4 de octubre de 2024

Actualizado

¿Quién no conoce el diarrea del viajero? Todos hemos tenido que lidiar con ello en un momento u otro. Sabemos bien que las medidas preventivas son esenciales. Por ejemplo, lavarse las manos con frecuencia, no comer alimentos crudos ni hielo en lugares de riesgo, no bañarse en estanques donde no está claro quién vive en sus profundidades o quién flota en su superficie.

Pero incluso tomando estas precauciones, bacterias y virus Pueden arruinar nuestra fiesta. La buena noticia es que, además de las medidas mencionadas, hoy contamos con más estrategias para este tipo diarrea. Y aquí es donde entran en juego los probióticos.

Probióticos: ¿qué pueden hacer por nosotros?

Actualmente se están desarrollando miles de estudios sobre las posibles aplicaciones que puede tener el uso de probióticos en diferentes lugares de nuestro cuerpo. Sobre este pequeño asunto gastrointestinal Hablando de eso, sabemos que los probióticos pueden ser útiles no solo para prevenir la diarrea del viajero, sino también la diarrea aguda y la diarrea debida al uso de antibióticos.

¿Todos los probióticos son iguales?

Éste es el quid de la cuestión. Si lo que buscamos son probióticos para la diarrea del viajero, debemos sacar la lupa y localizar dos cepas específicas: Saccharomyces boulardii y Lactobacillus rhamnoss GG. Estas son las dos cepas probióticas con mayor evidencia científica, las más recomendadas por las guías nutricionales para prevenir la diarrea y restaurar la microbiota.

¡Ah! Y además de centrarnos en la «calidad» (es decir, elegir las cepas adecuadas), debemos garantizar la «cantidad». Los probióticos deben formularse en una concentración suficiente para que sean eficaces. Esto, para entenderlo claro, es como cuando uno va a elegir “jamón de york” al supermercado. No basta con poner la palabra “jamón”: debe tener chicha en suficiente concentración.

Probióticos + prebióticos: la combinación perfecta

Además de las «bacterias buenas», es interesante que los suplementos probióticos que elijamos completen la fórmula con prebióticos. Los prebióticos son fibra, el alimento de las bacterias. Es como si enviáramos las bacterias buenas al intestino con un sándwich en la mochila para asegurarnos de que cuando lleguen no tengan nada que llevarse a la boca, no se desmayen y vivan una vida bien alimentada. Otros ingredientes interesantes que pueden completar la fórmula pueden ser aquellos que ayudan al sistema inmunológico, como la vitamina D.

¿Cuándo deberías tomarlos?

¡Importante! Además de tomarlos cuando aparece la diarrea, se recomienda comenzar con ellos unos días antes del viaje a tu destino y continuar tomándolos durante las vacaciones.

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