Salman Rushdie: «Me sorprende que algunos jóvenes coloquen entre sus intereses la libertad de expresión, que es sagrada»

Salman Rushdie. Escritor. Angloindio. 76 años. 22 novelas publicadas. Entre ellos, Los versos satánicos, por los que el ayatolá Jomeini emitió una fatwa en su contra en 1989. Pasó más de 20 años rodeado de servicios de seguridad, amenazado por el fanatismo islámico. Usó el seudónimo de Joseph Anton (en honor a Joseph Conrad y Anton Chjov) para viajar por en secreto. Él vive en Nueva York.
Después de tanto tiempo se acostumbró amenaza y confío en que no pueda pasar nada. Ya ha sufrido un buen tramo de su biografía obligada a existir como un misterio. Entonces vino a intentar vivir como cualquier otra persona. Pero el 17 de agosto de 2022, un joven estadounidense de 24 años, Hadi Matar, se radicalizó en el Líbano. Lo apuñalé 10 veces al inicio de un coloquio sobre literatura en la Chautauqua Institution, en el Estado de Nueva York. No había ningún dispositivo de seguridad. Rushdie estuvo a un baile de la muerte durante meses. Regresó a casa y comenzó a escribir. Ahora resume el ataque en un relato biográfico con poca ficción: Cuchillo. Meditaciones después de un intento de asesinato, publicado en España por Random House en traducción de Luis Murillo. Este es el relato muy exacto de esos puntos, de lo que pasó después. Y también un canto a la vida. Y una carta de amor. Y un desafío. Y un cortapapeles contra el acero. Contra el tétanos del fanatismo. Es.
- ¿Pensaste alguna vez que algún día escribirías este libro?
- No nunca. Prometo. Incluso después del ataque, no quise escribirlo durante mucho tiempo.
- Cambié de opinión.
- Me pareció importante. Era necesario porque me era imposible pensar en otra cosa. He pensado miles de veces en esos 27 segundos en los que aquel joven me atacó con el cuchillo. Era el 12 de agosto de 2022. Entonces cambié de opinión, sí. Empecé a escribir y me conecté de una manera muy poderosa con la historia de lo sucedido. Aquí lo tienes.
- Ahora bien, ¿qué tiene esto que ver con el miedo?
- No. Una de las consecuencias de este hecho es que, naturalmente, tengo que tener más cuidado. Pero la precaución no es lo mismo que el miedo.
- No tiene miedo de volver a ser Joseph Anton [seudnimo que utiliz durante ms de dos dcadas para moverse por intentando esquivar su identidad por la amenaza del integrismo islmico].
- Bueno, yo tampoco lo planeé. Ni la más mínima intención de volver a ese nombre.
- ‘Cuchillo’ es una poderosa historia sobre la experiencia de un atentado, sobre la muerte inminente, pero también es una declaración de amor, el amor constante más allá de la muerte, de Quevedo. Entonces al final es un aumento de vida.
- Estaré muy feliz si me conectan con Quevedo. Pero algo debe quedar claro: no estoy contando sólo la historia de un crimen y una experiencia cercana a la muerte. Pero estoy haciendo una historia sobre la vida. Sobre el disfrute. Sobre la alegría. Sobre la felicidad. Sobre el amor. Porque la vida también es eso. Quería establecer un contraste entre la experiencia del amor y la muerte. En este libro tienen el mismo peso.
- Esto lleva a la lucha entre el odio que incuba el ataque y la celebración de la vida de quienes no se dejan caer en la mecánica del odio.
- Así es. Cuando comencé a pensar en cómo escribir este texto, pensé que no bastaba con hablar exclusivamente de agresión. Puedes enviarlo en 10 o 15 páginas. El desafío era encontrar su amplitud en la narrativa. Y entendí que el libro trata de tres personas: el agresor, mi esposa (Eliza) y yo. Representan la tensión entre el odio y el amor. Y entendí que el triángulo final era el depósito de estas dos principales razones humanas.
- El agresor nació después de 1989, cuando el ayatolá Jomeini emitió la fatwa contra usted por ‘Los versos satánicos’. Y probablemente tampoco hayas leído nada sobre él. Pero sintió que tenía la misión de matarlo.
- Es muy sorprendente, sí. Ese niño, nacido en Estados Unidos, en Nueva Jersey, viajó al Líbano y allí se radicalizó. Entiendo esa parte. Pero desde esa circunstancia hasta el momento en que decidió intentar matarme habían pasado cuatro años. ¿Qué pasa por tu cabeza durante ese tiempo? ¿Que estaba haciendo? Cómo era tu vida Para mí es un misterio.
- ¿Estás pensando en investigarlo?
- Lamentablemente no. Cuando se convoque el juicio, tendrá que declarar y descubrir más cosas de las que sabe ahora. Pero aún así insisto en que hay un misterio.
- ¿Te tienta ese misterio?
- Me interesas. Y por eso escribí ese capítulo del libro, imaginando cómo sería. Que pensar. ¿Qué emociones tienes? Al final quería reducirlo a la ficción, como si fuera sólo un personaje de novela. Eso es lo que le hice, que es una forma de venganza muy satisfactoria.
- ¿Su ‘cuchillo’ quiere ser una afirmación de libertad frente al fanatismo del cuchillo asesino?
- Es. Este libro es mi arma. Pero no pretende herir a nadie, sino entretener, ayudar a comprender. Y responder a todas esas preguntas que sólo la literatura puede responder. Desafiar, en definitiva, la brutalidad.
- Ni en 1989 ni en 2022 pudieron silenciarlo. En los 34 años de «condena» islámica escribió numerosas novelas. ¿Pero es éste el libro escrito con mayor uso de la libertad?
- Me gustaría pensar que es. Pero algo extraño está pasando: el intento de asesinato es una forma clara de intentar silenciarme, pero debido al enorme interés que ha generado este ataque, lo que han conseguido es todo lo contrario: que mi voz tenga más potencia, más resonancia. Así que no puedo negar la satisfacción de esa ironía.
- ‘Cuchillo’ es también escribir tu propia sangre.
- Me gusta pensar que todos los libros salen de la sangre de los escritores, pero en este caso –qué vamos a hacer– es literal.
- En este momento en hay una mayor sensación de peligro global que, digamos, hace tres décadas.
- Por supuesto que vivimos en una época peligrosa. Y extremadamente violento. Parece que la gente está recurriendo más fácilmente a la violencia que hace unos años. Por supuesto, no es igual en todas partes. Pero hablando de lo que mejor conozco, que es Estados Unidos, puedo decir que el asesinato allí se ha convertido en un hecho cotidiano, casi trivial. Hay una manera muy americana de vivir la violencia. Sé de lo que estoy hablando. Piense en un joven que crece en un ambiente de extrema violencia donde la posibilidad de asesinato se da por sentada. No surge de la nada. En Estados Unidos existe un grave problema con el uso de armas. Muchos ciudadanos se enfrentan a esto a diario. Y en algunos casos disparan a niños en un colegio, a feligreses en una iglesia, a clientes en un centro comercial… Un tiroteo puede producirse en cualquier lugar normal. Y si creces en esa atmósfera, digamos en Nueva Jersey, puedes aceptar esta anomalía como algo normal, incluso natural.
- El aumento de los eslóganes de odio promovidos por la extrema derecha, el extremismo de algunos discursos religiosos, la constante sensación de amenaza de guerras (la invasión rusa de Ucrania y los abusos de Israel contra la población civil de Gaza…), todos juntos son una salsa …
- Todo esto naturalmente provoca más violencia. Esta agitación permanente trae un mensaje terrible para todos, pero en los jóvenes puede causar aún más daño. No sé exactamente qué está pasando en España, pero en Estados Unidos muchos de los asesinatos en masa que son tan inquietantes son cometidos por jóvenes, incluso adolescentes. Sin un acceso tan fácil a las armas, tendríamos menos problemas.
- Una cosa lleva a la otra, ¿y si Donald Trump regresa a la Casa Blanca?
- Soy una de las cinco personas en Estados Unidos que confían en que Trump perderá las elecciones. Se da por sentado que el tifón que encarna Trump va a volver a causar estragos. Es cierto que tiene una poderosa base de apoyo ciudadano, pero en Estados Unidos las elecciones no se ganan sólo con el apoyo popular. Mucha gente también lo odia. No es tan fácil como crees. Y hay asuntos en los que ha adoptado una postura que no le conviene. Por ejemplo, la cuestión del aborto. Éste es un tema importante y muy controvertido. Debido a este problema, un gran número de personas se unieron al Partido Demócrata. Esto complica sus planes. Parece claro que el voto femenino, que es muy fuerte, podría favorecer a los demócratas… Pero no confíen en mi palabra, porque estaba convencida de que Hillary Clinton iba a ganar en 2017.
- La censura y la cancelación también ganan más poder.
- Soy muy viejo en este debate. Cualquier idea debe poder expresarse. Cualquier. Intentar impedir que la gente diga lo que no nos gusta acaba ampliando la posibilidad de impedir que nosotros digamos lo que queremos decir. La censura es un camino peligroso. Me preocupa que algunos en las nuevas generaciones no le den la importancia que tiene. Aquí en España sabéis bien qué es la censura. Gracias a Dios, ese período tuyo ha terminado. Por eso valoras la libertad.
- ¿Qué temas te afectan más?
- Me preocupa que los jóvenes se estén alejando de los valores clásicos de la libertad. Esto suele hacerse por razones supuestamente virtuosas.
- ¿Por ejemplo?
- A veces escucho a personas muy jóvenes con valores fijos defender avances muy favorables vinculados a la justicia social, pero de pronto añaden a esa creencia la necesidad de limitar ciertos tipos de discurso. Es decir: sitúan entre sus intereses la libertad de expresión, que es sagrada. Un gran error. Y muy común. En fin: voy a cumplir 77 años, así que mi generación dejó de escribir el futuro hace mucho tiempo. Pero estoy seguro de que la literatura está en buenas manos.
- En sus memorias, ‘Joseph Anton’ lamentaba que algunas personas influyentes d literario no fueran tan sensibles como usted esperaba ante la situación que vivieron en los años 90 y 2000. ¿Cómo han cambiado esas circunstancias?
- No quiero exagerar porque tuve mucho apoyo. Pero es cierto que hubo gente que fue muy crítica y hostil conmigo. En esta ocasión siento un apoyo más unánime. Probablemente porque resultó gravemente herido. En cualquier caso, es muy estimulante vivir la solidaridad.
- Tal vez alguna vez hayas pensado: «Bastardos, ¿ven cuánta razón tenía?».
- Bueno, supongo que siempre tuve razón en este asunto.
- ¿Lamenta que mucha gente sepa quién es Salman Rushdie sólo por la amenaza que vivieron y el ataque?
- Aparente. Tengo 22 novelas publicadas. He pasado la mayor parte de mi vida escribiendo. Quizás cualquiera que lea ‘Cuchillo’ sin conocer mis libros anteriores sienta curiosidad por saber más sobre lo que escribo. Aunque soy consciente de que el intento de asesinato volvió a ensombrecer mi realidad como escritora de ficción.
- Éste vuelve a estar rodeado por un abundante dispositivo de seguridad. ¿Ha regresado el pasado?
- Que se sepa que no es mi culpa. Creo que este despliegue es excesivo. No me gusta vivir así. Vuelve a vivir así.