Aliana Catalana se rompe a medias y no podrá ser decisiva en el Gobierno
Dos Los diputados del Parlament defenderán esta legislatura que los Estados español y francés «hay que expulsarlos de Cataluña». Que «seguir siendo parte de España equivale a un saqueo fiscal» y que hay que declarar cuanto antes una nueva declaración unilateral de independencia «que dure más de ocho segundos». Al mismo tiempo, esas mismas dos voces exigirán una «moratoria» a la inmigración, políticas de asilo más estrictas y el «cierre de fronteras» hasta que Cataluña «vuelva a ser el país de los catalanes». Lo harán con Slvia Orriols al frente y en nombre de la 3,8% de los electores que ayer eligieron la papeleta de Aliana Catalana.
En la que fue su primera noche electoral en unas elecciones regionales, los candidatos del partido independentista de extrema derecha decidieron cerrar las puertas e impidieron a los medios de comunicación entrar en su sede. Ripoll (Gerona). «Sólo militantes» fue el lema. En el exterior, además del castillo de fuegos artificiales que puso fin a las fiestas locales, se escucharon aplausos y vítores cada vez que se actualizaba el recuento de votos y Aliana Catalana conservaba sus dos escaños, uno por Gerona y otro por Lrida. Dos escaños que utilizarán, según afirmó Orriols a las puertas de su sede, para «presionar al máximo las políticas a favor de los catalanes».
La marca nacionalista y de extrema derecha que selló ayer su entrada en el Parlament sólo encontró sus orígenes hace cuatro años, cuando la actual alcaldesa de Ripoll, Slvia Orriols, se unió a las filas del Frente Nacional de Cataluña (FNC) -partido de ideología similar- para fundar Aliana Catalana. Esta islamófoba declarada, que niega sin embargo la etiqueta de extrema derecha, ha sido protagonista de varias polémicas en los últimos años debido a la política antiinmigración que inició en el municipio de Girona y que ahora pretende implementar en el resto de Cataluña. . Como resultado, Junts, ERC, la CUP, el PSC y los comunes -todos menos PP y Ciudadanos- acordaron un cordón sanitario para no «normalizar» el discurso de la formación.
La mayoría de 115.000 Los apoyos que el partido de Orriols obtuvo ayer en las urnas contrastan con los apenas cinco mil que obtuvo el independentismo de extrema derecha en las elecciones municipales de hace un año, cuando representó sólo el 0,11% de los sufragios. Entonces 1.800 catalanes eligieron la papeleta de Aliana Catalana y otros 3.500 la del FNC. Cuanto más 67.000 Los votos obtenidos ayer por Orriols en la provincia de Barcelona fueron los lado B de la noche porque, al no traducirse en parlamentarios de la formación, representaban una pérdida importante para el independentismo. «Tenemos el altavoz, que es lo que queramos», ha apuntado Orriols, intentando restarle relevancia.
Según la previsión de las encuestas, Junts y Vox habrían sido los grupos más afectados por el ascenso de Aliana Catalana, que habría acogido a los votantes a priori se oponen, pero comparten la sensación de que el partido por el que votaron hace tres años no ha hecho lo suficiente para defender sus intereses. Algunos, porque así lo creen. proceso Le falta poder y, los demás, porque quieren mayor firmeza para frenar la inmigración. Así, los votantes más profundamente independentistas y los más radicales opuestos a la secesión se reunieron ayer bajo la marca que Orriols llevó al Parlamento.