El PP pide el cese del fiscal general del Estado y acusa al Gobierno de «democracia depravada»
El senador del PP.Alicia García exigió al gobierno la destitución del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tras la anulación por parte del Tribunal Supremo del nombramiento de su sucesora y exministra de Justicia, Dolores Delgado, como fiscal de la Cámara de Memoria Democrática.
García, en un duro enfrentamiento con la vicepresidenta primera María Jesús Montero, no sólo exigió esta dimisión, sino que atacó al presidente, Pedro Sánchez, por su «farsa de amor», en referencia directa a la amenaza de dimisión del jefe de Gobierno. el Ejecutivo, que a su juicio deja la imagen y credibilidad del país a los pies de los caballos.
El número dos del Gobierno y del PSOE respondieron por la falta de voluntad de darle tono a las intervenciones del popular, algo que, según dijo, estaba «dañando» a España. En opinión de Montero, Sánchez es «el mejor embajador que ha tenido España». La vicepresidenta insistió en la necesidad del debate abierto por Sánchez con sus cinco días de reflexión para «incrementar la calidad» del discurso público. «Detrás de los políticos está el pueblo», afirmó y además «es importante detener la máquina de barro que distorsiona la confrontación democrática de ideas».
Montero acusó al PP de no reconocer la legitimidad del presidente, ni la del tribunal constitucional, el congreso y el fiscal general y de no aceptar las reglas de la democracia. «Tú», dijo, «no reconoces nada que no esté en tu órbita». Y vaticinó: «Seguirán insistiendo en insultos y calumnias porque no tienen proyecto. No se escondan detrás de la máquina de barro porque el liderazgo de Feijóo sólo se mantiene con insultos».
el senador de la popular Por su parte, insistió en que lo que pretendía el Ejecutivo era tener «campo abierto para su cruzada» y hacerlo apropiándose de la independencia del Poder Judicial y de la libertad de expresión de los ciudadanos. «Lo suyo», dijo, «es la depravación democrática». «No hay nada más peligroso», subrayó, «que vivir un presidente que tira chupetes».