Anticorrupción mantiene el llamamiento a 63 años de prisión para Rato, criticando su «trompe l’oeil en oscuridades» con el «tesoro escondido» en el extranjero

El Fiscal contra la corrupción El informe final del juicio contra el Caso Rato. Luego de realizar todas las pruebas, el Ministerio Público mantiene el pedido inicial de 63 años de prisión para Rodrigo Rato por 11 delitos fiscales, lavado de dinero y corrupción en los negocios, por lo que solicita un total de 63 años de prisión.
el fiscal Elena Lorente Comenzó su intervención destacando un elemento que no es estrictamente jurídico: el carácter «controlador» del exvicepresidente del Gobierno, exdirector general del FMI y expresidente de Bankia, a quien calificó de «estrella acusada» de una tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid junto con otros 16 acusados.
«Era una persona de extraordinaria solidez y con grandes dotes de control y mando, lo que se hizo evidente aquí, queriendo controlar el procedimiento desde el primer minuto, pidiendo nulidades, la defensa dedicó enormes esfuerzos a desmenuzar, a desempacar. cualquier avance en la investigación», dijo el fiscal.
El representante Anticorrupción resumió esta tesis con dos detalles: que otro de los imputados le llamó «Zeus» y que su actuación «paralizante» en la causa penal se vio reflejada en la presentación o sustentación de 84 recursos. «Es una barbaridad».
El fiscal pidió además al tribunal que tenga en cuenta un segundo elemento «importante» sobre Rato a la hora de valorar la sentencia: «El trampantojo, las trampas y la ambigüedad» de su actuación tanto en los años que fue investigado como ya durante el investigación.
En este caso, los ejemplos fueron el cruce de una cantidad ingresada (700.000 dólares) cuando su defensa aportó un informe pericial y el intento de cambiar la fecha del presunto delito de corrupción con los negocios publicitarios de Bankia, para presentarla antes del inicio del proceso. el crimen. «Desafortunadamente para el señor Rato, ese no es el caso».
Caballo de Troya
Un tercer elemento que el fiscal planteó al tribunal es el de la «opacidad». Junto a la vida pública y los ingresos correspondientes que no estaban ocultos -con entidades «conocidas» y de manera «clarividente», afirmó el fiscal- había otra actividad oculta «debajo». «Rodrigo Rato tenía bolsas de riqueza en el extranjero, a las que él llama el tesoro, el tesoro escondido», desconoce la Hacienda Pública española.
Parte de esa herencia surgió con la amnistía fiscal de 2012, cuando Rato decidió «exponerse»… parcialmente. «Nos recibe, pero de forma controlada, porque es un hombre que está acostumbrado a mandar y controla».
Lo hizo de tal forma que pagó sólo 11.000 euros, una cifra muy inferior a lo que la Fiscalía le igualará en función de sus negocios y propiedades en el extranjero. «Regular implica declararlo todo y declarar las cosas. Y Rato omite, declara lo que le interesa, porque si no sabe lo que tiene que pagar. Cree que pagando 11.000 euros se lleva un paraguas. Esto es una especie de caballo de Troya». en la administración pública y de ahí vienen los griegos, con ese paraguas».
El fiscal ha citado en varias ocasiones la sentencia del Tribunal Supremo sobre la caso grtel. Una de ellas, alegar que, como no pudo el extesorero del PP Luis Bárcenas, Rato tampoco puede aceptar su regularización fiscal.
La intervención de tres horas de la fiscal no fue suficiente para terminar su informe, que continuará este martes. Luego es el turno de la defensa y la última palabra para salir del juicio para sentencia.