19 de mayo de 2025
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De menos a más en la que fue su sexta final de un torneo de esta categoría, Andrei Rublev Ganó en Madrid su segundo Masters 1.000, tras el conseguido el año pasado en la arcilla de Montecarlo. El ruso, que llega a la Caja Mágica con cuatro derrotas seguidas en primera ronda, afectado por su descalificación del ATP 500 de Doha por sus airadas protestas ante un juez de línea, confirmó el pronóstico y, tras quedar atrás Carlos Alcaraz En cuartos de final consiguió el decimosexto título de su carrera. Gané 4-6, 7-5 y 6-4, en dos horas y 48 minutos. Sube dos puestos en el ranking y desde el lunes será sexto d. Es el segundo ruso que gana en Madrid, tras Marat Safin, lo que hizo en 2004.

Bajo el techo retráctil de la Caja Mágica, debido a la tímida lluvia con la que empezó el partido, ante las 12.500 personas que llenaron el recinto pese a la ausencia de un jugador local, Rublev vio cómo, en un final tan paradójico, y como Como se desarrolló el partido, su rival cometió una doble falta que lo condenó a la derrota.

Ni la más descabellada suposición habría predicho una final entre dos hombres que llegaron a Madrid plagados de dudas. Poco a poco fueron cayendo los principales candidatos al título, entre ellos el bicampeón Alcaraz, la pieza más preciada que reclamó el valiente tenista ruso.

El camino de su rival en la final de este domingo quedó más claro debido a las sucesivas retiradas de sus rivales. Ganó 6-1 y 1-0 cuando vio Jacob Mensik Mostrar bandera blanca en la tercera vuelta. No tuvo que disputar los cuartos de final por la baja de Juan pecador, que anunció este sábado que tampoco estará en Roma por sus problemas en la cadera derecha. Y se fue, con un dolor en la parte baja de la espalda, Jiri Leheckaquien tenia el papel de disparar Rafael Nadal en el torneo del que es pentacampeón. Derroté, sí, alrededor de los 16, Casper Ruudcampeón en el Conde de Dios y finalista una semana antes en Montecarlo.

Mal comienzo

Rublev no ocultó su sorpresa tras comenzar el partido con dos dobles faltas y poco después ceder su saque en blanco. El ruso tardó un poco en despertar y pronto regresó para prestar el servicio. Auger-Aliassime estaba al mando, acompañando al servicio en un carruaje y viendo cerca la posibilidad de llevarse el set. Como era de esperar, tal y como apareció en la final, llegó la respuesta de Rublev, recuperando parte de la desventaja y haciendo saber a su rival que la tarea no iba a ser tan fácil para él. El canadiense se llevó el set, que era su primera oportunidad de cerrar el resto, pero estaba claro que había empezado.

Auger-Aliassime se impuso en el servicio, favoreciendo los intercambios cortos, en un partido jugado a cara descubierta, en el que ambos atacaron cada balón. El segundo set se encaminaba hacia el desempate, zona que inicialmente le favoreció por la eficacia de su primer tiro. Sin embargo, la mano del canadiense temblaba ligeramente mientras se preparaba para nivelar a seis y Rublev aprovechó su segunda bola para llevarse el set.

El tercer set fue un ejercicio de resistencia para Auger-Aliassime, quien ha sido preparado en ambas piernas en cada descanso desde el quinto juego. Fue entonces cuando el partido alcanzó su máximo empate y emotividad, con un resultado muy difícil para el equipo quebequense, al borde del tie break. Tuvo 14 aces, salvó ocho de 11 puntos de quiebre, pero finalmente murió con una doble falta.

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