Berlín regala una villa propiedad del ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels
La ciudad-estado de Berlín está dispuesta a cederle el control a quien quiera villa una vez utilizada por el ministro de propaganda nazi José Goebbelsy que lleva dos décadas decayendo por falta de atención.
«Ofrezco a quien quiera tomar el control de la propiedad, Consíguelo como regalo del ‘Land’ de Berlín»dijo esta semana el ministro de Finanzas de la ciudad-estado alemana, Stefan Evers, en el parlamento regional.
Hasta ahora, ni el municipio de Wandlitz, donde se encuentra la finca de 17 hectáreas en la ciudad de Bogensee, ni el «Land» de Brandeburgo -al que geográficamente pertenece- ni el Estado central querían hacerse con el control de la propiedad que empeorado desde 2000.
La villa fue regalada de por vida a Goebbels por la ciudad de Berlín. como regalo de cumpleaños en 1936 y el ministro de propaganda nazi lo utilizaba para pasar allí los fines de semana, encontrarse con amantes y también para realizar sus actividades oficiales.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue ocupada temporalmente por los aliados como hospital militar; Posteriormente pasó a manos de las Juventudes Alemanas Libres (FDJ) de la antigua República Democrática Alemana (RDA), que establecieron allí un centro educativo.
Después de la reunificación, el complejo de edificios pasó a ser propiedad de la ciudad-estado de Berlín, estuvo en uso hasta 1998 y desde entonces, a pesar de que el «Land» invierte algo. 250.000 euros al año en mantenimientolas instalaciones van disminuyendo poco a poco.
Según estimaciones de la Berlin Property Management Company (BIM), que gestiona el inmueble, se encargará de arreglar y montar el complejo y la infraestructura. Se necesitarán alrededor de 350 millones de euros.mientras que la opción del derribo, que favorece a esta entidad, costaría sólo 45 millones de euros.
Evers asegura que el La ciudad estado está abierta a sugerencias. reformar la propiedad que hiciera justicia a la importancia histórica de la zona y no entrara en conflicto con los intereses del ‘País’.
“Pero si termina nuevamente en un camino a ninguna parte como en las últimas décadas, entonces el El «Tierra» de Berlín no tiene otra opción proceder a la demolición», advirtió.