Biden le da a Trump un ‘lavado’ en la cena de corresponsales de la Casa Blanca, que los manifestantes pro-Gaza no pudieron interrumpir
Fue una noche tranquila. El habitual cordón policial que bloquea todas las manzanas alrededor del hotel Hilton en Connecticut Avenue en Washington – llamado con macabro sentido del humor por los habitantes de Washington El Hinckley Hilton—porque fue donde John Hinckley casi mata a Ronald Reagan en 1981— impidió que los manifestantes pro-Gaza interrumpieran la cena anual de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca que se celebra allí todos los años. Los grupos propalestinos ni siquiera pudieron acercarse y tuvieron que contentarse con llamar a los centenares de periodistas que llegaban «asesinos» y «cómplices de genocidio» desde la distancia.
Por lo demás, la cena transcurrió según lo previsto. Joe Biden, demostrando una vez más lo mal orador que es -al parecer su discurso sobre el Estado de la Unión fue la excepción que confirma la regla- lanzó los habituales dardos contra su rival, Donald Trump. Como era de esperar, se rió de su propia edad, al tiempo que aprovechó para criticar al ex presidente y ahora candidato por lo que muchos consideran infantilismo en algunas de sus actitudes cuando afirmó que «la cuestión de la edad es muy importante». «De un hombre adulto a un niño de seis años». Biden entregó una cuerda a Trump antes de ahondar en un discurso con tono electoral en el que reiteró la tesis central de su campaña: puede que no sea una personalidad deslumbrante, pero, Si Trump gana, la democracia -y con ella, la libertad de expresión- en Estados Unidos estará en grave peligro.
Luego fue el turno del comediante colin jostmarido de la auténtica gran estrella de la noche, Scarlett Johnson, a quien todos los presentes en el cuarto oscuro del Hilton buscaron para comprobar que, efectivamente, lo que se dice de Washington es «Hollywood para gente fea» o «Hollywood para nerds». » «Es una verdad que duele pero es completamente irrefutable. Jost se hizo eco de la cifra habitual que se espera en estos casos, burlándose de Biden antes de cerrar con un homenaje a su abuelo recientemente fallecido, quien, según dijo, votó por el actual presidente. Biden, viejo como siempre, soporta los dardos con excelente humor. Al fin y al cabo, la Cena de Corresponsales no es más que un día en el que el «rey» de la corte de Washington deja a un payaso para que se ría de él delante de sus cortesanos.
Unos cortesanos que, nada más terminar el acto, corrieron al multicine fiestas organizado por cadenas de televisión, periódicos, sitios web y estudios de Hollywood en todo Washington. La prensa de Washington, mañana por la mañana, será libre o no -que cada uno crea lo que quiera-, pero una cosa está clara: Tendré resaca.