13 de enero de 2025
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La Audiencia Nacional ha dictado auto de procesamiento contra cuatro de los máximos responsables de la organización terrorista ETA por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco.

El magistrado Manuel García-Castellón dio este paso que llevará al banquillo de los etarras que en el momento del crimen de Blanco, en julio de 1997, dirigían la organización terrorista. El juez señala la responsabilidad indirecta de los dirigentes de ETA y la comisión del atentado por omisión. El magistrado fija una fianza conjunta de dos millones de euros a los cuatro acusados, que deberán entregar en el plazo de 24 horas.

Superalo José Javier Arizcuren Ruiz, Kantauri; Ignacio Gracia Arregui, Iñaki de Rentería; María Soledad Iparraguirre, anboto, y Mikel Albisu, Mikel Antzaconsiderar número uno de la trama de ETA en aquel momento. EN AparentementeTras su captura, se intervino una base de datos que contenía información sobre 14.000 objetivos de ETA.

El juez señala la responsabilidad de los dirigentes de ETA por su autoría intelectual, ya que podrían haber evitado el crimen y no lo hicieron, al considerarlos autores intelectuales de los hechos, al afirmar que daban su aprobación a los crímenes contra políticos dentro del dinámica de la «socialización del terror».

Explica en su auto que en ETA había una «fuerte jerarquía, en la que primaba la disciplina y la organización. Había una cadena de mando vertical y ‘militar’ en la que las órdenes emanadas de su ‘Comité Ejecutivo’, los miembros del cuerpo operativo comité llegaba a ejecutar órdenes de la organización terrorista. De esta manera cada miembro de un comando o de cualquier estructura obedecía las órdenes que le transmitía su enlace o jefe directo, porque sabía que detrás de esa orden se encontraba la ‘dirección’ de la organización terrorista. La organización ETA, su ‘Comité Ejecutivo’, irrumpe en sus escritos.

«La información sobre el objetivo sobre el que debe realizarse la acción terrorista, y la planificación y ejecución de la acción terrorista, fueron acciones generadas en el llamado ‘nivel directivo’ de ETA, es decir dentro de su ‘Comité Ejecutivo’ , la dirección de la organización terrorista”, añade el texto.

La decisión de llevar a cabo la acción terrorista contra Miguel Ángel Blanco «no fue tomada por un miembro concreto o aislado del Comité Ejecutivo de ETA, sino que requirió el consenso y la toma de una decisión, que fue tomada de forma conjunta por todos los miembros de la organización ha sido aceptado.

García Castellón entiende que del análisis de los documentos sobre ETA y del estudio de la estructura y funcionamiento interno de la organización terrorista, «se puede concluir que los miembros del Comité Ejecutivo de ETA en el momento del secuestro del consejo del PP miembro, podrían haber evitado su asesinato».

En su extenso auto detalla las pruebas y documentos disponibles sobre cada uno de los cuatro acusados ​​que demuestran que formaban parte de la estructura directiva de ETA, que eran quienes tomaban las decisiones y avalaban las actuaciones de los comandos.

Además del material documental incautado en los operativos, también aporta las ‘canciones’ de los etarras detenidos, sus escritos autocríticos en los que exponen sus dependencias jerárquicas.

Este procedimiento en el que el juez señala responsabilidad indirecta a los dirigentes de ETA abre el camino a otros sumarios que aún se investigan en el Juzgado por otros delitos (como el de Santa Pola, el de Gregorio Ordoñez o la del magistrado Querol Lombardero) en el que también aparecen como investigados los jefes de ETA.

García-Castellón abrió diligencias en 2022 por una denuncia de Dignidad y Justicia en el que pedía medidas contra los dirigentes de ETA en julio de 1997, fecha del atentado. El Partido Popular también está implicado en el asunto. Ambas acusaciones señalan la gran importancia de este procesamiento, que abre la puerta a otras acciones en otros sumarios por «autoría mediada».

El magistrado sustenta su decisión de procesarlos en informes tanto de la Guardia Civil como de la Policía que detallan la composición de la cúpula etarra en ese momento, que aportan datos para sustentar esta estructura criminal. Ambos organismos explican que ETA era una organización piramidal y jerarquizada en la que nada se hacía sin el mando y aprobación de la dirección.

Ambos informes señalan la identidad de los cuatro dirigentes de ETA que ahora están siendo procesados ​​como responsables de la trama terrorista. Y son contundentes: «Podrían haber evitado el asesinato de Blanco».

Los investigadores sostienen que desde esos puestos «tenían la capacidad de decidir sobre la ejecución concreta de una acción terrorista». «Es más, en el caso de intentos de ataque a objetivos especiales, la Dirección de ETA tenía que dar su autorización», explican en el informe aportado al caso.

En sus conclusiones, la Policía añade que tuvo en sus manos impedir el asesinato durante los tres días de secuestro. “Los miembros de la Comité Ejecutivo de ETA Tuvieron la capacidad y los medios para ordenar el cese del cautiverio y evitar su asesinato, así como aceptaron desde el primer momento su secuestro y la responsabilidad de su muerte en una declaración posterior. «Podrían haberlo evitado simplemente dando una orden al comando que lo retenía». «Estaban en una situación de pleno conocimiento de su posición de mando y de pleno control de las acciones de sus mandos armados, en este caso el San Sebastianlo que podría haber evitado su asesinato», insisten.

También utiliza los argumentos del Tribunal Supremo cuando acusa a Puigdemont de terrorismo. Como se reveló , Este argumento del Tribunal Supremo allanó el camino para que los dirigentes de ETA fueran declarados culpables de los atentados cometidos cuando formaban parte de la dirección de la banda. En el auto de 29 de febrero en el que acordó procesar al ex presidente Por su papel en Tsunami Democrático, la Corte Suprema concluyó sus argumentos recurriendo al concepto de autoría mediada, que permite condenar a los líderes de una organización por los actos cometidos por sus miembros ordinarios.

«En una organización criminal, los hombres detrás, que ordenan crímenes con mando autónomo – y pueden evitarlos – pueden en este caso ser responsables como autores indirectos, incluso cuando los ejecutores inmediatos también son castigados como autores plenamente responsables.» explica la Cámara de Admisiones responsabilizará al ex presidente.

«El autor mediado de este supuesto domina la ejecución del acto, utilizando todo un aparato de poder organizativo que opera desde arriba, donde se diseñan, planifican y dan órdenes criminales, a sus ejecutores materiales, no sin que estos ordenen dichas órdenes a través de intermediarios. quienes organizan y controlan su cumplimiento», añade una resolución que considera fuentes judiciales y procesales relevantes para condenar a los dirigentes de ETA.

Además de la jurisprudencia del Tribunal Supremo y los potentes informes de Policía y Guardia Civil, el magistrado también cuenta con la declaración de dos etarras confesos que prestaron pruebas directas ante la Audiencia Nacional sobre la estructura de ETA y lo que era la organización terrorista. se llamaría. Uno de ellos corroboró los informes policiales sobre los miembros de la dirección de ETA, los cuatro que ahora han sido procesados. La confesión testificó en la causa por el asesinato de Gregorio Ordóñez.

En un comunicado, Dignidad y Justicia explica que este caso fue el primero que esta asociación de víctimas logró reabrir «por autoría y comisión por omisión». Además de ello, y con la misma doctrina, la asociación ha reabierto casos como el del Ataque de Santa Pola, el de Ondarroa, el de Sangüesa, el de Jesús María Pedrosa Urquiza o el de José Francisco Querol Lombardero, entre otros. Algunos de ellos ni siquiera tienen autor famoso, por lo que ahora se suman a la lista dramática reducida a 378 Asesinatos El procesamiento de la dirección de ETA en el caso Miguel Ángel Blanco abre, por tanto, la puerta a que la Audiencia Nacional también ponga en el banquillo de los acusados ​​a quienes fueron responsables de la banda terrorista cuando se produjeron los citados atentados, lo que supone ya un antes y un después en el lucha contra el terrorismo, ya que despertó la conciencia dormida de millones de personas y proporcionó razones para que el sistema judicial, el legislativo y las fuerzas de seguridad pusieran en marcha todas las medidas. del Estado de derecho al servicio del fin de ETA, está destinado a convertirse en un punto de inflexión en la batalla judicial contra los casos sin resolver, ya que abre una puerta nunca antes explorada a cientos de asesinatos que hasta ahora han quedado impunes. no pasó. de la acusación de los jefes de la organización»

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