MIR 2024: ltima llamada para cubrir las 459 plazas vacantes en Medicina de Familia
459 vacantes MIR son muchas vacantes, incluso para Medicina Familiar y Comunitaria. Ms del doble que las registradas en 2023 en esta misma especialidad (202 en primera vuelta) y casi cinco veces ms que las de 2022. Tanta plaza sin estrenar invita, de entrada, a reformular muchos tpicos. Si primaria es la puerta de entrada al sistema, la puerta chirra; si es el eje del Sistema Nacional de Salud, el eje parece un tanto oxidado; y si es el corazn (como dijo la propia ministra de Sanidad en el ltimo Da Nacional de AP), necesita un by pass? Al margen de los tpicos de polticos y gestores sanitarios, si en algo coinciden los profesionales del nivel es en que, pese al elevado nmero de vacantes, hay que huir de los mensajes catastrofistas.
«Estamos preocupados. Decir lo contrario, sera mentir, pero ni es una debacle ni una catstrofe, entre otras cosas, porque queda una segunda vuelta que, esperemos, cubra muchas de esas vacantes», dice Mara Jos Gamero, vocal de Tutores y MIR de la Sociedad Espaola de Mdicos de Atencin Primaria (Semergen). El nmero de huecos de Familia que se queda sin MIR es, en efecto, histrico, pero, de entrada, Gamero arguye que coincide con una oferta de plazas que tambin es la ms alta de toda la historia de la especialidad (2.492 plazas, 37 ms que la oferta rcord de 2023).
«Familia tiene 18 veces ms plazas que el resto de especialidades y la han elegido ms de 2.000 personas. Quin da ms?»
La pregunta es casi inmediata. Entonces, la solucin es no convocar tantas plazas de Familia? «No, no, en absoluto -dice Gamero-. Necesitarse, se necesitan, pero no basta con convocar ms plazas; hay que dotar a esas plazas de contenido, hay que brindarles la calidad que muchas no tienen». La vocal de Semergen llega a la esencia de la reclamacin que comparte al unsono el Foro de Mdicos de Atencin Primaria desde hace aos: «El primer nivel asistencial est desprestigiado, las reclamaciones que hemos sacado a la calle en los dos ltimos aos han servido de poco y el estudiante de Medicina lo sabe, porque lee los medios y rota por los centros de salud durante el grado». Adems -aade-, «hablamos de una nueva generacin de jvenes de entre 20 y 30 aos, que quiere conciliar, no est dispuesta a trabajar en determinadas condiciones ni en plazas aisladas o mal dotadas».
A la lectura en positivo que plantea Gamero, se suma Pilar Rodrguez Ledo, presidenta de la Sociedad Espaola de Mdicos Generales y de Familia (SEMG), cuando recuerda que el foco no hay que ponerlo en las 459 vacantes, «sino en los 2.033 estudiantes de grado que han elegido Medicina de Familia para cursar el MIR. El 28% del total de plazas que se ofertaban este ao eran de Familia. Qu otra especialidad habra podido cubrir ms de 2.000 puestos?, se pregunta la presidenta de SEMG.
La oferta media del resto son 139 plazas. Si Familia hubiese ofertado eso, se habra agotado el 5 de los 12 das de eleccin
«Ninguna», responde Jorge Lema, jefe de estudios de la Unidad Docente de Atencin Familiar y Comunitaria de Cuenca. «Habran cubierto Cardiologa, Dermatologa o Neurologa, pongo por caso, sus respectivos cupos de plazas si ofertaran 2.500 ms que las que ponen en juego? Familia tiene 18 veces ms plazas que el resto de las especialidades y la han elegido ms de 2.000 aspirantes. Aun as, la mayora de los titulares y mensajes que se han lanzado desde el pasado viernes ponen el foco en las 459 vacantes».
Lema remite al anlisis que hace en su cuenta de X su colega Yoseba Cnovas, tutor de Familia y profesor en la Facultad de Medicina de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB), «porque es ah donde hay que volver la mirada». Cnovas recuerda que las 2.492 plazas MIR de Familia de este ao multiplican por 5 la oferta de la segunda especialidad, que es Pediatra (508 puestos), y sextuplican a la tercera y la cuarta, Anestesiologa (427 plazas) e Interna (425). La oferta media del resto de especialidades -abunda Cnovas en su cuenta- es de 139 plazas, de forma que si Familia ofertara esa media se habra agotado en el quinto de los 12 das de eleccin (antes del nmero de orden 4.500).
Sheila Justo, secretaria de Mdicos en Formacin del sindicato CESM, abunda en esa misma idea cuando recuerda que Medicina Preventiva y Salud Pblica, una especialidad con una oferta global de 122 plazas, ha dejado este ao 12 de ellas vacantes (a falta de la segunda vuelta), «lo que, porcentualmente, se acerca a la situacin de Medicina de Familia».
A esa desproporcin en el anlisis, la representante de CESM aade otro elemento que, segn ella, tiende a olvidarse: «Cada ao se generan modas y tendencias a la hora de elegir plaza que dependen de infinidad de factores, en ocasiones difciles de calibrar. Cuando yo curs el MIR, Cardiologa y Oftalmologa estaban entre las especialidades predilectas, pero, desde hace algunos aos, ese lugar lo ocupan Ciruga Plstica y Dermatologa. Obviamente, los factores laborales son determinantes, porque hablamos de gente que est dilucidando su futuro profesional, pero insisto en la idea: cubriran Plstica y Dermatologa ms de 2.000 plazas si las tuvieran, como ha hecho Familia?
INCOMPARECENCIAS VOLUNTARIAS Y ‘OBLIGADAS’
Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Mdico de Granada y exvocal de Primaria Urbana de la Organizacin Mdica Colegial (OMC), apunta otros dos factores que, a su juicio, explican el elevado nmero de vacantes de este ao: las incomparecencias, «que este ao han sido ms altas que nunca». De los 11.755 electores convocados, solo han comparecido 8.295 (las plazas MIR asignadas finalmente), de forma que 3.460 (un 29,3% del total de candidatos) han optado por no participar en el reparto de puestos docentes de este ao.
El otro factor que apunta Matas es el sistema de eleccin telemtica de las plazas, que, segn l, «perjudica, y mucho, a Familia. En una unidad docente con 20 plazas formativas, no es lo mismo llegar el primero que el ltimo, porque a los ltimos en elegir les pueden asignar un centro de salud muy distante, mal comunicado o con peor infraestructura docente, y no es raro que el MIR, una vez que conoce las caractersticas del centro que le toca, renuncie a la plaza». Y esa renuncia, aade Matas, «hace que la plaza se pierda definitivamente, cuando, a lo mejor, la poda haber elegido otro residente en la fase de adjudicacin».
Las 2.492 plazas de Familia multiplican por 5 la oferta de la segunda (Pediatra) y sextuplican las de la tercera y la cuarta
El exvocal de la OMC apunta aqu a otro de los problemas que se suman al de las vacantes, y que tambin afecta especialmente a Familia: las renuncias (residentes que no se incorporan a la plaza asignada) y los abandonos (aquellos que dejan su puesto una vez empezada la residencia). A las 93 vacantes que Medicina de Familia dej en 2022 tras la segunda vuelta, se sumaron luego 72 renuncias y 29 abandonos de plaza una vez iniciada la residencia; en total, 194 plazas perdidas de las 2.336 convocadas ese ao (un 8,3%), segn las cifras recabadas por Lema.
Si a los datos del propio Lema se aaden las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad, entre 2017 y 2023, Medicina de Familia ha perdido un total de 803 plazas de formacin especializada entre vacantes, renuncias y abandonos del puesto docente.
QU DICE LA COMISIN DE LA ESPECIALIDAD?
La Comisin Nacional (CN) de Medicina Familiar y Comunitaria sita el problema generado por las vacantes en un contexto global que tiene en cuenta la oferta total de plazas MIR.
El rgano que preside Ana Arbizar pone el nfasis en un dato: mientras la oferta docente de las 48 especialidades mdicas no ha dejado de crecer en los ltimos aos, el peso especfico de Familia con respecto a esa oferta global ha disminuido.
Las 2.492 plazas de Medicina de Familia de este ao representan, en efecto, el 28,4% del total, pero suponan el 40% en 1995. Ese 40% es, segn la CN, el objetivo al que debera tender la especialidad, «si queremos conseguir, de verdad, un SNS centrado en las personas, y que primaria sea el eje del sistema sanitario espaol».
Adems de mejorar «de forma urgente» las condiciones laborales del mdico de Familia y de «atajar» las contrataciones de profesionales sin el MIR, «una realidad que tiene un impacto muy negativo en la especialidad», la CN de Medicina de Familia reclama al Ministerio de Sanidad que el sistema de eleccin «mejore en transparencia», se lleve a cabo «en tiempo real» y «garantice la adjudicacin de todas las plazas ofertadas, incluidas las no adjudicadas y las renuncias».
A quienes no acuden a la eleccin pudiendo hacerlo (las incomparecencias), Matas suma a aquellos que no tienen opcin de elegir plaza porque no han superado la nota de corte, y apuesta directamente por suprimir este mecanismo selectivo adicional. «Este ao ha habido ms de 900 aspirantes que no han superado esa barrera, y estamos hablando de gente que ha aprobado el grado, que ya es mdico, que, en muchos casos, ha tenido un expediente acadmico brillante, y que en el examen MIR ha tenido ms positivos que negativos. En el contexto actual, podemos permitirnos el lujo de prescindir de casi mil candidatos ms? Cuntos de esos aspirantes hubieran elegido algunas de las plazas vacantes de Familia?», se pregunta el exvocal de la OMC.
La peticin de Matas no parece en absoluto descabellada. De hecho, en la convocatoria de 2023 (un ao despus de que Medicina de Familia dejase 93 puestos vacantes tras la segunda vuelta), el Ministerio de Sanidad acord rebajar la nota de corte: del 35% de la media de los 10 mejores exmenes que rega hasta entonces, al 25% actual. «Y antes -recuerda Matas-, no haba nota de corte alguna: la prueba MIR era meramente ordenatoria«.
Matas, exvocal de la OMC de AP Urbana, aboga por que Sanidad elimine la nota de corte: «En este contexto, no tiene sentido»
De cara al ao siguiente, Sanidad rebaj la nota de corte -de un 35% de los 10 mejores exmenes a un 25% del 10% de los mejores exmenes- y aprob un mecanismo de segunda vuelta para incluir a todos los posibles electores que no haban conseguido plaza por cualquier causa, fueran o no extracomunitarios.
LAS UNIDADES ‘VACIADAS’
De las 126 unidades docentes habilitadas en el SNS para impartir el MIR de Familia, 6 de ellas no han conseguido atraer ni siquiera a un residente (39 de las 459 plazas que han quedado vacantes). La mera enumeracin de los lugares donde se ubican esas 6 unidades da una idea de por dnde van los tiros: Barbastro, Calatayud, Cangas de Narcea, Miranda de Ebro, Coria y Tudela. «Hablamos de lugares pequeos, con poca poblacin y relativamente alejados de grandes ncleos. Sobre el papel, no parecen destinos atractivos para gente joven que llega al MIR con ganas de exprimir todo el potencial docente de su unidad», apunta el jefe de Estudios de la Unidad Docente de Medicina Familiar de Cuenca.
De las 126 unidades docentes acreditadas para impartir el MIR de Familia, 6 no han conseguido ni un solo residente
De ah -apunta Lema- que las plazas MIR de Medicina de Familia que ofrece una comunidad como Madrid se hayan agotado, «pese a que estemos hablando de una regin que no invierte especialmente en este nivel asistencial». De ah tambin -aade la secretaria de CESM- que comunidades como Castilla y Len, Galicia o Extremadura, «autonomas con muchos centros de salud ubicados en entornos rurales o de poblaciones pequeas y con un elevado componente de dispersin», hayan dejado muchas de sus plazas sin ocupar (81, 63 y 61, respectivamente).
QUIN LE PONE EL CASCABEL?
Si en algo coinciden todas las fuentes consultadas para este reportaje es en que recortar las plazas de Familia no es la solucin para evitar las vacantes, «porque las 2.492 que se han convocado este ao se necesitan, y se necesitan en su integridad. De hecho, llegan tarde y, aunque se hubiesen cubierto todas, seguiramos necesitando ms«, apunta Lema, que, adems de tutor MIR, es vocal de Innovacin y Docencia de la Sociedad Espaola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc).
Matas recuerda que su Centro de Estudios ha puesto sobre la mesa varios estudios demogrficos que evidencian la necesidad de incorporar «de forma inmediata» a 5.000 mdicos de Familia ms al SNS para cubrir las actuales necesidades asistenciales. «Sencillamente -apunta-, para que no haya facultativos que tengan agendas diarias de 40 o 50 pacientes, para que el cupo medio del SNS est en 1.200 tarjetas y para que la demora media en algunos centros no se vaya por encima de los 10 das».
El exvocal de la OMC apunta que las jubilaciones previstas -y el consiguiente relevo generacional- no es el nico factor determinante en Medicina de Familia para calibrar cuntas plazas MIR se necesitan a corto-medio plazo: «A la gente que se va a jubilar en los prximos 3 o 5 aos, hay que sumar las plazas sin ocupar que hay en centros de salud de todas las CCAA, los mdicos que actualmente ejercen sin especialidad en esas mismas autonomas (pese a incurrir en una flagrante ilegalidad) y las necesidades asistenciales derivadas de una poblacin cada vez ms envejecida y demandante de cuidados».
La solucin -y aqu tambin coinciden todos- es multifactorial, y se resume, segn la presidenta de SEMG, «en la infinidad de posicionamientos y documentos que se han venido haciendo pblicos en los ltimos aos. No quiero ni un solo documento ms de mejora de la primaria, lo que quiero es que, los que hay, se ejecuten. El peor de esos planes, implementado, es preferible al mejor de todos ellos guardado en un cajn«, enfatiza Rodrguez Ledo. «Me consta que es un dj vu -aade la presidenta de SEMG-, pero no podemos cansarnos de repetirlo: primaria necesita urgentemente un incremento presupuestario, redimensionamiento de las plantillas, desarrollo tecnolgico, redistribucin de las tareas, capacidad real de resolucin… sigo?».