Eva González: «Llevo años en terapia y seguiré estando, porque es la única manera de despejar mi mente»
«Inteligente, sensible, bella, humana, perfecta…» son algunos de los adjetivos utilizados por quienes la conocen. Eva González. Cuando se lo cuentas, la presentadora se ríe y te pide que le digas quién lo dijo. Y eso es Eva González Son todos esos adjetivos, pero también humildad, sencillez, respeto y sentido común. Gracias a ello, como nunca olvida de dónde viene, la presentadora se ha labrado una de las carreras más aclamadas de la televisión. No tiene intención de soltarse, confiesa, pero asegura que si algún día no llaman más a su puerta no perderá los anillos: «Tiene dos manos y la cabeza centrada… Hay que seguir adelante». . !»
“Mira, me pillas en pijama”, es lo primero que nos dice cuando nos conectamos con ella por Zoom. Sevilla está en plena feria de abril, pero Eva González se esconde en su «pequeño pueblo», donde es la mujer más feliz d. «Mi vida diaria es muy normal: mi familia, mi hijo, mi casa, mi madre, mi hermana, mis sobrinos. No tengo grandes cosas en mi vida. Voy de compras, me quedo en mi pueblo y luego cuando tengo que ponerme el traje de presentadora, maquillarme, peinarme y los tacones, pues voy a Madrid y lo hago.«, afirma. Y lo hace con todo el placer d, porque se reconoce «una privilegiada» de trabajar en lo que siempre ha amado: la televisión.
La clave es la palabra trabajo, ya que es algo innato e inconsciente. Lo mismo que naturalidad. Hija de un granjero y de un ama de casa, El presentador sabe desde pequeño lo que es el trabajo duro.pero también algunos valores que aquella “niña, flaca como cola de lagarto, pero muy buena” aprendió de sus padres: “Intento basar mi vida en los valores que me enseñaron mis padres y en los principios que yo Vivía en mi casa que era «Trabaja duro y nadie te dará nada».. La presentadora se pone melancólica y recuerda cómo su padre se levantaba todos los días a las cuatro de la mañana «para ir a cortar por la tarde y así evitar el calor». Valores que también intentas inculcar a tu hijo: «Hay una cosa que siempre le digo: ‘Nunca hagas lo que no quieres que te hagan'».
En vísperas de hace 20 años yo diría relativizar; Lo más importante en la vida es no ponerse delante de una cámara.
- estreno de Las voces de los niños20 años en televisión, ¿qué balance haces de estos 20 años?
- Realmente no sabría qué decirte, porque el balance que estoy haciendo es que he descubierto que la televisión es mi pasión y que es lo que amo hacer. Gracias a Dios la oportunidad me llegó por casualidad hace 20 años y sigo aprendiendo cada día. Eso lo sabe todo , no soy periodista, soy comunicador y eso es lo que hago. En mi carrera tuve buenas oportunidades y supe aprovecharlas.
El presentador recuerda que uno Eva González que a los 23 años se unió a un «show» en el que toma un micrófono y «Salí a la calle con la cara muy dura, pensando que ahí se iba a quedar y poco más».. Ese «poco más» la convirtió en una de las estrellas cuando se fue Maestro de cocina y tener después La voz y la llevó a ser uno de los rostros más queridos de la televisión.
- ¿Qué has aprendido en estos 20 años?
- Aprendí que no soy el protagonista. Lo tengo muy claro. El protagonista es quien tengo frente a mí y mi punto de partida es mostrárselo a la gente que está en casa, entretenerlos y sobre todo pasar un buen rato. Y lo pasé bien. Siempre me lo he pasado bien haciendo televisión y al final creo que va más allá de la pantalla.
- Aunque parezca una canción… ¿En qué hemos cambiado?
- Hemos ganado pluralidad, naturalidad, sobre todo en la televisión. Antes nuestros presentadores eran más limitados y ahora somos más libres. Pero no todo es bueno: ahora estamos acostumbrados a tenerlo todo en cinco minutos, y esto no es bueno porque produce una especie de ansiedad generalizada en la sociedad en la que todo va demasiado rápido. Por eso son importantes programas como La Voz, un programa largo, lento, que puede ver toda la familia junta y que te aleja del individualismo, de la pantalla, del ordenador, del móvil.
- hablado de Las voces de los niños, tu papel es un poco el de madre temporal. ¿Sufres mucho?
- Sufro mucho, pero también lo disfruto mucho. Conozco a los niños, sus familias, sus historias y cuándo entrenadores No vuelven, sufro mucho. Además, hay 25 audiciones diarias durante seis días seguidos y claro que me canso, física y mentalmente, pero siempre me digo que no puedo permitirme el lujo de no cuidarlos bien ni de dar todo lo que tengo. en mi esa audición y en ese momento porque para ellos solo hay un tiempo. No puedo ser estúpido, por eso hago todo lo posible.
- ¿Has recibido muchos no?
- ¡Por supuesto que lo recibí! Pero cuando no esperas mucho, no sufres grandes decepciones. He experimentado muchos no, pero no los he experimentado de una manera frustrante porque nunca esperé grandes cosas en el trabajo. Si todos fueran como tú, llegarías al lugar y no te esforzarías porque todo era demasiado fácil y no sabrías lo que es el esfuerzo. Mira, siempre he pensado que cuando esto acabe volveré a Mairena y empezaré a trabajar en lo que sea.
- A menudo se dice que la televisión intenta separar al personaje de la persona. ¿Le pasa esto a Eva González o se muestra tal como es? ¿No hay ningún personaje?
- Siempre he dicho que sería una actriz pésima porque no sé interpretar ningún papel. Soy igual en casa que en la televisión. Soy quien soy y eso es todo. Otra cosa es mi vida privada. Soy muy celosa de mi intimidad y mi privacidad.
Mira, una vez una señora mayor de mi pueblo me dijo esto: ‘No te preocupes por la revista de hoy, que ahí es donde hacen caca los pájaros mañana’. Es muy crudo, pero es muy real.
- ¿Cómo consigues ser una persona pública: las críticas, los elogios, las verdades a medias, la exposición, el hecho de que todo preste atención a lo que haces, a lo que dices, a tus gestos…?
- ¿La verdad? Sin darle mucha importancia. Mira, una vez una anciana de mi pueblo me dijo esto: ‘Hija mía, no te preocupes por la revista de hoy, porque ahí es donde mañana hacen caca los pájaros en la jaula’. Este es un dicho muy crudo, pero es muy real. Hay muchas mentiras en cierto tipo de prensa y son los que más hablan de mí, así que trato de no verlo. Vivo muy ajeno a todo lo que cuentan y dicen de mí.
- Aunque cada vez se le da más importancia a la salud mental, a cuidar no sólo el cuerpo sino también la mente, ¿no crees que esto es más que palabrería? ¿Olvidamos que somos humanos y que tenemos humanos ante nosotros?
- Por supuesto que lo olvidamos. No me avergüenza decir esto: llevo años en terapia y seguiré estando ahí, porque creo que es la única manera de parar, de pensar, de ver qué hice bien, qué hice mal, cómo. Puedo mejorar. La salud mental es muy importante. Así como llevo años haciéndome una mamografía y yendo al ginecólogo para una revisión, necesito que me revisen la cabeza.
Quizás por eso sólo tiene miedo de una cosa: «Que le pueda pasar algo a mi hijo». No es sólo que esté sano, es «que se esté convirtiendo en un adulto responsable, que sea educado, trabajador y esté bien física y mentalmente. Con todo lo demás, estoy saliendo adelante».
La presentadora deja claro que «no soy una superheroína», no lo hace todo a la perfección, no lo sabe todo y es consciente de ello. Por supuesto, lo único que genera presión es “nunca me decepciones”. «¿Sabes cuando te acuestas y dedicas unos minutos a pensar en lo que has hecho? Bueno, la verdad es que estoy muy tranquila. Duermo bien».
- ¿Está muy enfadada Eva González?
- Por supuesto que me enojo. Soy una mujer de carácter. Algo de lo que estoy muy orgulloso, porque tener carácter no significa tener mal carácter, es que aquí siempre nos equivocamos. Además, gracias a ese personaje sé perfectamente lo que quiero y lo que no quiero. Y lo que no quiero lo alejo. Sé que no siempre es fácil, pero nunca dejé de intentarlo.
- ¿Y qué te enoja?
- Las injusticias. Cuando las cosas no son justas, cuando las personas no actúan desde el corazón y son egoístas.
- Eras uno de esos fichajes que la prensa televisiva llamaba «estrella», como Sonsoles Nega, Carlos Franganillo y ahora David Broncano. ¿Vives bajo presión?
- Se vive con mucha presión porque hay mucho secretismo. No pude decir nada. Además, cuando das un paso tan importante en tu carrera, no sabes muy bien cómo resultará. Se deja un lugar seguro para ir a otro que puede resultar bueno o malo. Pero en el momento en que lo dejé ir y lo dije en El hormiguero Me liberé, fui consciente de que abandoné un programa para meterme en otro y ahora sólo puedo decir que estoy feliz.
Eva González Utiliza la nostalgia, de cómo fueron esos días en los que tuvo que tomar una de las decisiones más importantes y difíciles de su vida. Admite que lo peor no fue el riesgo, el salto de cambiar de canal y un programa nuevo en Antena 3, sino despedirse «de mi Jordi, mi Pepe y mi Samantha» -los jueces de Maestro de cocina-: «Para mí son personas muy importantes en mi vida porque compartimos mucho. Cuando dije eso lo sé». La voz Lo que más tenía en mente era que no los volvería a ver. Por supuesto que los veo, pero era consciente de que no los iba a ver tan a menudo como los vi cuando grabamos el programa. Ten en cuenta que durante la semana vivimos juntos, viajamos juntos, pasamos muchas horas juntos. ellos eran mi familia«.
- Ahora con el paso del tiempo, después de estos 20 años, ¿qué dirías a la víspera de hace 20 años?
- Él le dirá: ‘No te preocupes, nada es tan importante. Relatar’. Lo importante en la vida no es ponerse delante de una cámara. Las cosas importantes en la vida son cuando cierras la puerta de tu casa y entras. El resto es circunstancial.