18 de enero de 2025
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No puede ser un día más y no puede ser un partido más. Sólo uno se quedaría con los tres puntos, pero eso no quita que el duelo de Mendizorroza no fuera un momento para el recuerdo en la casa de los Simeón. Padre e hijo estuvieron en la liga por primera vez y julianoAdemás, empezó como titular tras romperse una pierna en un partido de pretemporada ante el Burgos el pasado verano. Y, aunque parezca increíble, quien finalmente sonreirá será el niño. [Narracin y Estadsticas, 2-0]

Sólo ese apellido ya evoca lucha, esfuerzo y sacrificio. Lo que pasó es que en los primeros minutos ambos equipos interpretaron estas virtudes de forma exagerada y hubo episodios más violentos de lo habitual en una jornada liguera sin demasiadas emergencias, pero con el rabillo del ojo atento. Unos a la Champions y otros al descenso.

Y, sin siquiera darle tiempo a que el balón cayera al césped, el Alavés se encontró con el primer gol y juliano El segundo perdona a su padre. Después de un largo proceso de limpieza Siveravarios rechazos débiles tienen la escalera en los pies de Benavídez en el balcón del área y el uruguayo lo colocó al pie del poste. Gran objetivo. El más pequeño de los Simeón No pudo marcar el segundo apenas dos minutos después porque su disparo se fue alto tras un error. Savic que me equivoqué en un salto.

Giuliano en una pelea con Molina.

Giuliano en una pelea con Molina.CÉSAR MANSOAFP

Otro partido en el que el otrora impenetrable Atlético de Madrid consigue un gol. Y ya son 12 partidos seguidos sin mantener la portería a cero. Defensivamente este año el Atlético es una fiesta y le ha costado muchas decepciones, principalmente fuera de casa, y dos eliminaciones en Copa y en Champions. Una drama.

Cuesta ver a un equipo como el Atlético, con muy buen juego de pies y gusto por el descanso esta temporada, pasarse casi una mitad entera pegando balones y esperando un contraataque cuando se pierde el marcador. El golpe del Dortmund se sintió en la línea de flotación colchonera, sobre todo en la anímica. Solo De Pablo y cocinar Mostraron algo de amor propio.

Apenas un disparo a portería en 45 minutos, perdiendo el partido desde el 14, si bien es cierto que los colchoneros apretaban al borde del descanso, ya sea por vergüenza o por el enfado que les daba el equipo. cholo Reflexionaría desde que se vio en el marcador.

Pero justo cuando el tiempo muere, una mano absurda de Azpilicueta Esto casi complica aún más las cosas a los colchoneros. Los navarros estaban contentos y el Var anuló el castigo pitado en primera instancia Gil Manzano. Otras veces les pitaron. Con las jugadas grises se entiende que las quejas aumentan dependiendo del tamaño del equipo favorecido.

dicho Felipe Luis, exfutbolista del Atlético, al que a veces le cuesta mentalizarse para los partidos de Liga que llegan tras una dura exigencia europea. Decepción en este caso. Los primeros 45 minutos fueron eso, un problema de actitud que el Cholo quiso corregir en el descanso y con la entrada de Sal por De Pablo. Y el ilicitano ya le mostró a Giuliano sus pistas con el primer partido sobre el césped.

Mejora impotente

Sea como fuere, el Atlético dejó caer el balón y empezó a flotar más alrededor de la portería Sivera. Ese es su juego este año, toque y presión, pero se olvidó de ambas cosas en Vitoria. Quien, a pesar de la inactividad, no se olvidó de jugar, no tiene juliano. Los mejores en el campo. Y una tortura para la defensa atlética, especialmente para Molinapara quien hizo muchos trajes.

Dos motivos de sorpresa mendizorroza. Uno, la ausencia deportiva de Griezmann. El francés era invisible. Amplió su insignificancia procedente del Dortmund, lo que supone un problema para el Atlético. Y otra es la ausencia, en este caso física, de Sam. Luis García Plaza Decidí prescindir del delantero cedido por los colchoneros al principio, cosas del entrenador. El plan funcionó.

Los rojiblancos mejoraron con la salida de Riquelme y Lino Perdoné el empate tras una gran combinación conjunta y me fui atrás Molina. Entonces fue Sivera quien tuvo que intervenir para salvar un gran disparo de Correa. El Atlético apretaba y quería ahogar ya al Alavés.

Pero en su última jugada, los bebés zorros acabaron con un ‘riojazo’ de bandera a los jugadores del Atlético. El centrocampista vitoriano metió un centro lateral al costado para relevar al Vitoria y mantener a los rojiblancos en su depresión postraumática europea.

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