13 de enero de 2025

Metrominuto: los mapas de movilidad a pie ‘made in Pontevedra’ imitando a las ciudades europeas

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A falta de metro, Pontevedra se mueve a través de Metrominuto. Así se llama el mapa sinóptico de rutas peatonales, que imita las líneas del metro, animando a los ciudadanos a moverse «con su propia energía». La idea original existe desde hace más de una década y ya está adaptado por más de 80 municipios de España: desde Vitoria a Bilbao, pasando por Valencia o Sevilla.

Las tarjetas de peatones del Metrominuto, con sus coloridos reclamos, ya han traspasado fronteras y se han extendido por Europa y por ciudades como Milán, Florencia o Toulouse. La clave es marcar con círculos los lugares más emblemáticos y trazar líneas con las distancias y tiempos estimados entre dos puntos, a una velocidad media de entre cuatro y cinco kilómetros por hora.

«La idea del Metrominuto surgió en 2011 porque en Pontevedra se dieron pasos muy potentes, pero todavía había resistencia de mucha gente que seguía cogiendo el coche para comprar pan», recuerda Antón Prieto Méndez, entonces director de comunicación del Gallego. Ayuntamiento. «Pensábamos que había que hacer algo más para motivar a los ciudadanos, pero no una campaña puntual, sino algo más permanente, que sirviera para «desdramatizar» el hecho de desplazarse a pie.

Los mapas «urbanos metropolitanos» también nacieron con un toque de ironía: «Las ciudades pequeñas no tienen metro, por supuesto, pero Existe la percepción de que las distancias son mayores de lo que parecen. En España tenemos la suerte de vivir en ciudades muy compactas, con todo o casi todo al alcance de la mano. «Los mapas sirven para visualizar esta proximidad, mostrando por ejemplo que desde la Plaza de la Peregrina hasta la estación de tren hay exactamente 14 minutos».

«El Metrominuto nos ayudó a vender los beneficios de caminar», afirma el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, el verdadero artífice de la metamorfosis de la ciudad de 82.000 habitantes. honrado con el Premio ONU Hábitat y se convierte en nuestro gran referente mundial en ciudades sostenibles junto con Vitoria, ciudad verde europea de 2012, que también adaptó la idea singular.

«En Pontevedra el peatón es el rey, y el Metrominuto sirve para visualizar ese hecho», subraya el alcalde. «La gente que llega se siente acogida por la ciudad. Y eso tiene mucho que ver con el cambio hacia una movilidad más amigable. La más amigable de todas, caminar».

La iniciativa recibió el premio Intermodes en 2013 como «primer mapa peatonal de Europa» y ha sido «polinizada» durante la última década. La Red de Ciudades Caminantes, que agrupa a 82 municipios españoles con un total de 10 millones de habitanteslo ha adoptado como tarjeta de visita y lo ofrece como regalo de bienvenida a sus miembros.

“El Metrominuto se anticipó al boom de la proximidad y está muy relacionado con el concepto de ciudad de 15 minutos”, afirma la arquitecta Ana Montalbán, directora técnica de la Red de Ciudades Caminando. «Es básicamente una ayuda visual para mostrar que las cosas están más cerca de lo que creemos. Pero tenemos que ir más allá, tenemos que progresar más».

Mapa Metrominuto de Vitoria con distancias y tiempos de ejecución.

Mapa Metrominuto de Vitoria con distancias y tiempos de ejecución.

La red, en la que también colabora Antón Prieto Méndez, impulsor de Metrominuto, pone énfasis en la visualización del cambio de modelo urbano, con campañas como La ciudad deseada, que incluye carteles temáticos como redes peatonales, calles de convivencia o la alianza bicicleta-peatón. La última iniciativa es la Escuela del Espacio Público, destinada a técnicos y políticos municipales.

«Al final las calles de alguna manera se deben a una decisión política», advierte Ana Montalbón. «Podemos tener muchas campañas, una ciudadanía informada y técnicos capacitados, pero es fundamental llegar a los responsables políticos, porque son ellos quienes deciden si necesitamos hacer una transformación urbana».

En Pontevedra se impulsa la transición desde 1999 Miguel Anxo Fernández Lores, del Bloque Nacionalista Gallegoque recuerda cómo estuvo años en la oposición estudiando todo lo que hacía en para conseguir ciudades más sostenibles: «Pontevedra era un aparcamiento gigantesco y un atasco en todo momento. 14.000 coches pasaban por debajo de mi ventana cada día; ahora hay como mucho 400y lo que viene son sobre todo voces de gente que camina».

«Las calles no son caminos, sino espacios de convivencia», afirma Fernández Lores. «Hay una minoría muy ruidosa que se niega a bajarse del coche., pero se están logrando avances. «Los ciudadanos ven una mejora en su calidad de vida y aprecian los esfuerzos para construir una ciudad diseñada para las personas».

La prioridad del alcalde era adquirir al menos el 50% del espacio público para peatonesen convivencia pacífica con el tráfico de servicio, pero la eliminación del tráfico de paso y la búsqueda de aparcamiento. Se suprimió la ORA y se creó una red de aparcamientos gratuitos tipo park-and-ride para dejar el coche fuera del centro histórico. La idea de “haces una ciudad caminable” se ha extendido con un modelo integrado que pretende abarcar todo el perímetro urbano.

Los resultados son claros. El 70% de los desplazamientos en Pontevedra, la ciudad de Metrominuto, se realizan a pie o en bicicleta. El tráfico de vehículos privados cayó un 70% en el centro urbano y las emisiones de CO2 bajaron en la misma proporción. En doce años no se ha producido un accidente de tráfico mortal en la ciudad. El 80% de los niños y niñas van caminando al colegio.

«El pedagogo y escritor Francesco Tonucci define Pontevedra como la auténtica ciudad de los niños», recuerda el alcalde. «Hemos creado sinergias con ciudades como París porque nuestro modelo puede replicarse y adaptarse a las grandes ciudades. Lo que se necesita es valentía política y voluntad de revisión constante para seguir avanzando en este camino».

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