5 de diciembre de 2024
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El PP vasco cree que, si el guión demoscópico se cumple el domingo, el PNV ganará las elecciones en número de votos… e intentará gobernar en solitario. No es que lo sospechen: están convencidos. Así lo expresó ayer Javier de Andrés y esto es también lo que comparten en Génova: No necesitan el PSE para nada; No creemos que la coalición vaya a reeditarse. Y este escenario no destruirá las alianzas nacionales, como tampoco ocurrió con la negativa de Bildu a calificar a ETA de grupo terrorista.

Además, el sistema electoral vasco permite gobernar al más votado de la cámara, aunque no tiene mayoría absoluta. Por lo tanto, el PNV puede fácilmente jugar la carta de una legislatura de mayoría flotante. Casi siempre, pactar con el PSE-EE, pero sin cerrar la puerta a acuerdos con Bildu en temas de autogobierno o incluso con el PP. Si los ‘jeltzales’ quieren recuperar la hegemonía, su mejor baza es convertirse en un partido de captura sin restricciones aritméticas o ideológicas.

Este es, a grandes rasgos, el análisis estratégico más importante realizado en las sedes vasca y nacional del PP. Por eso hicieron una campaña más de cálculo, cuadrado y diagonal que de emoción, arenga y épica. Porque su tesis electoral abrirá la posibilidad de ser la clave de la gobernabilidad del País Vasco en muchos lados, especialmente en el económico.

Ser decisiva. Ésta es la clave para el PP, como resumió anoche Alberto Núñez Feijó en el acto de cierre de campaña, celebrado en el Polideportivo Sansomendi de Vitoria. Para ello, el PP vasco necesita un voto oculto que surja mañana y un doble voto que se producirá también en el centro y el centroderecha. Es decir, quienes votaron al PNV o incluso al PSE en elecciones anteriores, optan por el voto popular para que sus escaños sirvan para frenar a Bildu, o para bajar impuestos o luchar contra la okupación, por ejemplo.

Así, en las últimas 48 horas de campaña, tanto De Andrés como Feijo se centraron en intentar por todos los medios perforar las zonas de pesca más calientes del PNV y del PSE. Sobre todo de los nacionalistas. La apuesta es muy arriesgada, porque los consultores y expertos en demografía más bien sospechan el efecto contrario: una mayor concentración del voto útil en el PNV por miedo a Bildu.

El estándar de Feijó para el vasco es doble. Primero, crecimiento en votos y escaños: de los seis que logró con Cs a un mínimo de siete. Para eso tiene que apoyar a su cuarto diputado por Lava, que según los últimos indicios está jugando con Vox. En segundo lugar, será una de las claves de la aritmética parlamentaria vasca.

Y eso explica todos los mensajes de última hora de los populares, que intentan erosionar a PNV y PSE-EE y apelar a quienes votaron al PP en las generales, pero no suelen votarlo en las autonómicas.

Somos la alternativa de gestión del PNV, somos la alternativa constitucionalista del PSOE y somos la alternativa moral de Bildu, resumió ayer Feijó. Y quiso añadir una variable adicional: el PP vasco representa la resistencia. El partido más honorable de España es el PP de Euskadi. Y el partido que más colaboró ​​con la libertad de Euskadi. Gracias a vuestra resistencia hoy estamos aquí, exclamó Feijó en la capital vasca.

El presidente del PP arremetió contra sus seguidores en el discurso más encendido y emotivo de toda su campaña, sin dejar de justificar al popular vasco como principal reservorio de ética y ejemplaridad del centroderecha. Este partido es sinónimo de libertad y ha pagado el mayor número de víctimas, el de los asesinatos de ETA, afirmó. Pero nunca pagaremos el peaje a Bildu. ¡Nunca!, proclamó ante las 500 personas que asistieron al acto.

Pero siempre que hablaba de Bildu volvía inmediatamente a la idea impulsora de apelar al voto del PNV y PSE. Queremos que los socialistas que estaban contentos de que hubiera un lehendakari socialista gracias al PP voten al PP, subrayó. Y hay muchos votantes del PNV que no son independentistas: me dirijo a ellos porque la imitación de las malas prácticas de otras comunidades, como el procs, no es apropiada para el pueblo vasco.

Feijó es optimista en este sentido: estamos poniendonos en forma y hacia arriba. La campaña fue corta para nosotros y para los demás pareció eterna. El disfraz democrático de Bildu comienza a desmoronarse, y el PNV y el PSE quedan aplastados.

Andrés también los atacó: si descalifican a Bildu, se descalifican más ellos mismos para sus pactos.

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