Doc Caribbean, el fundador de la primera tienda de skate en España que sigue patinando a sus 71 años
La primera patineta que jose antonio muoz Fue comprado en 1968, con 15 años. Todos conocen a Muoz como Doc Caribbean, que hoy tiene 71 años, sigue patinando todos los domingos en el Parque del Oeste de Madrid. Las ruedas de sus tablas atravesaron la historia del skate en España durante todo este tiempo, así como todo su entorno cultural y social, movimiento que a menudo se reunía en Islas del Caribela primera tienda especializada en skates de nuestro país que fundó en 1975., un año de grandes cambios en España. Hoy en día, cualquier exposición que tenga que ver con patinar Todavía tiene un lugar en el Caribe. «A cambio, sólo pido una muestra para mi colección», explica Doc, que recopila cuidadosamente cientos de documentos, que se archivan en el sótano de la empresa, revistas, discos, grabaciones, camisetas, capas, zapatillas, catálogos o stickers que realizó para comercializarlo en el Caribe, así como absolutamente todo lo que pasó por sus manos a lo largo de su apasionante vida y carrera profesional.
“El primer patín fabricado en España fue patentado en 1966 por patines Sancheski. en Guipúzcoa. Dos años después compré el mío en Deportes Todo, en la calle Preciados de Madrid. Estaba muy emocionado, pero ya tenía un peso y era un patín de madera de haya con ruedas de goma y rodamientos, así que en el tercer descenso los rodamientos se desperdiciaron», explica. Doc siempre ha sido muy terco., acudió a la Cámara de Comercio para conseguir la gestión de los patines Sancheski. «Le escribo y dentro de una semana recibiré una carta y un pequeño paquete con todas las piezas». Por supuesto que todavía tiene esa carta. Todo ese material que guarda en el Caribe, unido a su asombrosa memoria y la pasión desenfrenada que ha mantenido todos estos años, ha dado lugar a la publicación de un libro extraordinario, «Doc Caribe. Memoria viva del skate» (editor Colectivo Bruxista), del polifacético escritor, profesor de español, skater, instructor de surf, orientador laboral y psicólogo social Hugo Clemente, quien trazó la trayectoria de Doc y Caribe para construir una historia oral de la cultura del skate en nuestro país. «Conozco a Doc porque patino desde que tenía 13 años y Soy de esa generación que se fue al caribe a meter las narices en la ventana y sorprendernos de lo que vemos allí para luego convencer a nuestros padres de que nos la compren», confiesa. «Esta biografía tiene una peculiaridad, y es que empezar en el presente y retroceder«, explica el autor.
El fundador de Subterfugio. Carlos Galán, autor prólogo de la obra, dice de ello: «Doc Caribbean no sólo llevó la esencia y filosofía del skate a otros ámbitos, pero también le llevó a la expansión de sus alas, a la exploración de horizontes más allá de lo convencional, conectando el deporte con la moda, y con lo que hoy conocemos como estilo de vida«.
‘ESTILO DE VIDA AMERICANO’
Doc, que se inició en de las ruedas por un par de patines que le regaló su padre cuando tenía 8 años, También surfeó en el País Vasco, pero fue en Estados Unidos donde realmente le explotó la cabeza. «En el año 73 tuve la suerte de estudiar inglés en Berkeley, y ahí me encuentro un chico que me adelanta con un patinar No hacía ningún ruido, las ruedas son blandas, los rodamientos son precisos, giran mucho… y a partir de ahí empieza la historia”, recuerda. Con el dinero que le dio su padre para comer durante todo el mes se compró dos patinetas. que llevó a patinar por las calles de Madrid, principalmente en lugares como los Nuevos Ministerios. «Los padres de los niños empezaron a preguntarme dónde los había comprado, así que Estoy empezando a enviar pedidos por correo a los EE. UU.recordó. Cargó el Seat 133 que tenía con todo el material y lo vendió. en los lugares donde patinadores reunirse para patinar. Este fue el germen de la Tienda caribeña en la calle Columela, actualmente situado en la calle Ayala de Madrid. Doc llenó la tienda no sólo con todo lo relacionado con patinar y el surf, también de la estética californiana y de todo el movimiento cultural que representó. «Las islas del Caribe fueron una puerta a la otra dimensión», explica Hugo Clemente. «Su logo es un arco iris, y en cierto modo era como el cofre al final del arco iris, acceso a un material, a algunas modas, a algunas tecnologías para ejes, ruedas, cojinetes, tableros, que eran imposibles de conseguir en cualquier otro lugar. Durante muchos años fue la única tienda a la que podías acudir.» Clemente, que destaca todo el apoyo que recibió d del patinaje para realizar el libro, «a la gente le gusta Javier Corcobado, DJ Nano o Danny Len, entre otros», destaca también que para todos era importante honrar a Doc ahora que todavía puede disfrutarlo.