Puigdemont presume de «tener al Estado en buenas manos» y amenaza con tumbar los presupuestos de Sánchez
Carlos Puigdemont Hará de la presentación del Govern a Junts el eje central de su campaña electoral. El prófugo ha pronunciado esta mañana una conferencia titulada «Hay que respetar a Cataluña» en la que alardeaba de «tener al Estado en sus manos» y amenazaba pedro sánchez con la caída de los Presupuestos Generales «si no revierten el incumplimiento histórico provocado en Cataluña», es decir, si no acaban con el «saqueo fiscal» y la «desinversión» en la región que el líder independentista considera irrebatibles.
El expresidente de la Generalitat advirtió a Sánchez de que pretendía «abrir debates incómodos» y puso como ejemplo la exigencia de que la Generalitat gestione los aeropuertos, puertos y líneas de tren de la comunidad. «No tiene sentido que Madrid los gestione, no somos menores», argumentó el cabeza de lista de Junts.
«La relación con España será el eje de la legislatura», subrayó Puigdemont, para luego señalar el 12-M como un plebiscito entre él y el candidato socialista. Salvador Illa. Ignorando deliberadamente al actual presidente de la Generalitat y candidato de ERC, peras de aragón, instó a los catalanes fugados a elegir entre «un presidente que sabe dar la cara y uno que dice: ‘sí, señor'», en referencia directa al primer secretario del PSC. «¿Está el señor Illa en condiciones de votar ‘no’ a los Presupuestos Generales del Estado?» neoconvergente. “Con la isla de presidenteSer madrileño seguirá siendo una ganga», argumentó.
Las palabras de Puigdemont estuvieron precedidas por unas declaraciones en el mismo sentido del secretario general de Junts, Jordi Turull. El negociador de la ley de inversiones o de amnistía alardeaba de haber condicionado la gobernabilidad de España en los últimos ocho meses, es decir, desde la celebración de las elecciones generales que dieron a Junts un papel estratégico después de que Sánchez les bendijera como socios prioritarios para continuar en La Moncloa. Turull recuerda el papel «decisivo» de Junts a la hora de adaptar la amnistía a sus intereses, incluida la supuesta exención del delito de terrorismo, y otros logros como el traspaso de competencias en materia de inmigración o «la negociación del trato con el Estado en el extranjero con mediación internacional». Él número dos Junts acusó a Illa de «cronificar los abusos de Cataluña» y también ignoró a ERC, a la que Puigdemont pretende sacar como opción amortizada.
«Sólo Junts y Puigdemont se levantaron. Algunos que fueron a Madrid de la mano del PSOE no entendían cuál es la lengua que hay que respetar. Esto no les engaña. Esto no es amabilidad», afirmó el portavoz de los herederos de Convergencia en el Congreso, Miriam Noguerasen una velada alusión a los republicanos.
«Ser obedientes y portarse bien no hará que traten bien a Cataluña. Vamos todos», advirtió Nogueras, reforzando la idea de que sólo Junts puede seguir atornillando al PSOE a las próximas exigencias de secesión a obtener: el referéndum pactado y el concierto económico.