El jurado declara culpable al librero de Ciudad Real de la muerte del hombre que entró en su propiedad
El jurado que juzgó al librero jubilado pepe lomas81 años, lo declaró culpable del delito de homicidio con posible dolo por la muerte de Nelson David RamírezUn hondureño de 35 años que recibió un disparo tras sorprenderlo en su propiedad.
Los miembros del jurado, que se pronunció a favor del veredicto de culpabilidad por siete votos a favor y dos en contra, consideraron también que en los hechos la defensa incompleta de anormalidad o cambio psíquico y el confesión atenuante. El jurado empezó a deliberar a las 10.00 horas de este viernes, tras una semana de juicio que se desarrolló en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, y emitió su veredicto a las 15.35 horas de este sábado.
Tras el veredicto, el fiscal, que había solicitado 12 años y medio de prisión, redujo su petición a seis años de prisión y solicitó que Lomas sea sometido a un tratamiento médico externo «para tratar la anomalía psicológica que el jurado estimó de manera incompleta». La acusación particular, por su parte, que pedía 25 años por asesinato, modificó su petición a siete años y medio de prisión y mantuvo la indemnización solicitada para la familia de Nelson David: 236.000 euros.
Los hechos ocurrieron en la madrugada de 1 de agosto de 2021. Lomas, entonces de 77 años, se despertó sobre las 2.30 horas y fue a comprobar si funcionaba correctamente el riego de los árboles de su finca, Valdelobo, situada en una zona apartada de la ciudad. Luego descubrió que alguien había entrado al local y según su declaración, Tomé la escopeta cargada en el dormitorio y armado con él salió al kraal. A un lado del patio vi «un pomo en forma de cono» y disparó a ambos lados de la figura sin saber que se trataba de una persona, siempre según su declaración. Regresó a su habitación, recargó el arma y disparó por tercera vez.
Nelson David, quien incluyó 36 fondo en la Policía Nacional y nueve en la Guardia Civil, recibió dos disparos, según peritos y peritos forenses. Uno, a la altura de los hombros, lo que le hizo darse la vuelta, y el segundo de espaldas.
Durante su testimonio en el juicio, el librero dijo que no creía que sus disparos alcanzaran a Nelson David y ofreció su teoría: alguien había colocado el cuerpo allí para asustarlo y obligarlo a abandonar la propiedad. Según él, presentó varias denuncias por allanamiento y destrucción de la propiedad que nunca fueron resueltas por la policía. «No estaba tratando de matar, estaba tratando de advertir. Lo que quería era que ese paquete, si tenía una persona adentro, que esa persona se escapara por las tapas que estaban abiertas», dijo en su argumento final. .