La boda de campeonato de Silvia e Ismael: «Ni Sergio Ramos tuvo tanta gente a la salida de la catedral»
«¡Qué recuerdo! Ni siquiera Sergio Ramos tenía tanta gente a la salida de la catedral cuando se casó«. Ismael Centeno y María Zapata todavía están tratando de asimilar lo que vivieron durante su boda el pasado sábado. Ese día, cientos de aficionados del Athletic de Bilbao caminaron por las calles del centro de Sevilla a la espera de que se juegue la final de la Copa del Rey, horas más tarde, en el Estadio de La Cartuja, en las afueras de la ciudad. la pareja, «enamorada de la Catedral de Sevilla», fijaron la fecha de la boda con casi un año y medio de antelación. La sorpresa llegó cuando se enteraron de que ese día se celebraba un gran evento deportivo en la capital andaluza. Sin saber muy bien cómo, Se sumergieron en una celebración que nada tenía que ver con su matrimonio.
«Desde el miércoles la ciudad empezó a llenarse, pero nos dijeron que no habría tanta gente en el centro porque el zona de fans estaba muy lejos», explica Mara, Mujer conquense de 30 años, médica oncóloga. Atender Crónica con su ahora esposo de Singapur, donde se encuentran de luna de miel. Él, 36 años, es sevillano. Trabajar en ADIF como funcionarioen el puesto de control que vigila las catenarias de las estaciones de tren. El matrimonio vive en Valencia por motivos laborales.
«Cuando empezamos a acercarnos a la catedral apenas podíamos avanzar con el coche. Nos hicieron un paso para que pudiéramos llegar a la entrada.«, añade. La afición bilbaína empezó a ceder el paso a sus gritos. «¡Viva los novios!».
Así empezó una boda de campeonato. Los videos en las redes sociales explotaron. Ni siquiera el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, reunió tanta gente cuando salió de la iglesia tras dar el ‘sí, quiero’ a su mujer, Teresa Urquijo. «Desde el principio fue algo irrepetible. ambos nos volveremos a casar» dijo Mara.
Tras la misa y el acto oficial, la celebración estalló por completo a las puertas de la catedral. Banderas y bufandas al viento. La afición del conjunto rojiblanco adaptó los tradicionales cánticos futbolísticos a ese momento. «¡Son del Athletic, los novios son del Athletic!», les cantaron. «¡Muuuuuy del Athleetic, pronto los novios del Athleetic…!». Ismael y María no lo podían creer. No fue la boda que habían soñado. Pero para ellos era casi un sueño.
Se pararon en las escaleras que conducían a la salida de la iglesia, se miraron, se rieron e intercambiaron miradas con aquellos fans. «El inicio fue espectacular. Fueron muy respetuosos en todo momento, muy educados. Se portaron a las mil maravillas. Todo estuvo genial. A pesar de todos los cambios, estamos muy agradecidos.» dijo Mara.
Los recién casados, ¿qué? las baticas son reconocidas, se sumaron a la fiesta como cualquier otro aficionado del equipo vasco. No les importó romper el protocolo. Mara se hizo fotos con banderas del Atletismo. Ismael tampoco dudó en tomar el mástil de otro estandarte y agitarlo al viento. Incluso se llevó consigo, que ya viajaba con su esposa en el coche nupcial, una réplica en cartón de la Copa del Rey.
«Me regalaron una bufanda del Athletic. Me la traje en mi luna de miel», cuenta Ismael. «Seguro que algún día de estos me haré una foto con ella». «Hicieron que nuestro día fuera aún más memorable», dice.
El matrimonio celebró la recepción posterior en la Hacienda Ruana Alta, en Dos Hermanas, localidad a las afueras de Sevilla. A partir de ahí, un invitado grabó un vídeo deseando la victoria al conjunto vasco, que acabaría proclamándose campeón de la Copa del Rey al vencer en la tanda de penaltis al RCD Mallorca tras empatar 1-1 durante el partido. juego. «Buena suerte. Apa Athletic, apa Bilbao»dijo el recién casado.
Este martes, cuando la pareja habló con este reportero, se mostraron felices de que el conjunto rojiblanco fuera el ganador del trofeo. «Les felicitamos por la victoria. Y les agradecemos lo que nos dejaron vivir», explican. «Nunca lo olvidaremos».
María e Ismael se conocieron hace cuatro años. Vivía entonces en Zaragoza, donde hizo su residencia como médico. Debía permanecer en la capital aragonesa al menos los siguientes tres años. Ismael no lo dudó. Seis meses después de su relación, él hizo las maletas y se mudó con ella. Dejó Sevilla y se instaló en Zaragoza.
En diciembre de 2022, la pareja decidió casarse. Dicen que desde el principio ambos tuvieron claro que querían que la boda fuera en la Catedral de Sevilla. Empezaron a buscar fechas. Pensaron en casarse entre Semana Santa y la Feria de Abril, cuando la ciudad vive un valle entre ambas fiestas. Pero en septiembre del año pasado se conoció la fecha de la final de la Copa del Rey de la temporada 2023-24. El 6 de abril. Fue entonces cuando empezó el estrés.
«Fue un shock. Pensamos en nuestros huéspedes, que les sería difícil encontrar un hotel… Nos agobiamos un poco, pero al final no hubo contratiempos.«, explicó Mara. «Todo resultó incluso mejor de lo esperado».