
Ramón Tamames, el candidato presidencial, concluyó su participación en el debate con una moción de censura, acusando a los ponentes de representar al Consejo de Presidencia. Gobierno y al PSOE por ofrecer el encuentro a los españoles, creando una situación de “amigo del enemigo” y volviendo a dibujar “a los españoles, peores que los de 1936” ya otros tantos por no ser ejemplo de “convivencia”.
“No me esperaba una reunión como esta en la sede de la soberanía nacional”, dijo en referencia a Paci López, quien, dijo, por sus gritos, “estaba a punto de sufrir un infarto”. Le preocupaba que las concesiones de armas Ucrania No pasó por el Parlamento y no se dio ninguna explicación para la entrega. el desierto a Marruecos. Tamams también se quejó del menosprecio que ahora se hace con la palabra “fascismo”, como si fuera Polonia también Hungría.
Con respecto a la política feminista, los partidos de gobierno han sido acusados de utilizar a las mujeres como “moneda de cambio”. para nuestras mujeres Isabel católicaA, que tenía más poder que el rey. Hoy tenemos más casos de violación que antes del feminismo”.
“tienes Síndrome de la MoncloaCreen que están haciendo un muy buen trabajo pero vas por la calle”, recomendó.

“Perfeccioname” de tiempo y espacio
“Perfeccioname” de tiempo y espacio

El anciano repudió a la tribu.
El anciano repudió a la tribu.
Tamams confirmó que pensó que encontraría “algunos puntos de convergencia” en esta sesión, pero eso no sucedió. Luego, uno por uno, señaló a todos los presidentes de la Cámara que habían interferido en la sesión, y muchos de ellos sonrieron con desdén. Hizo especial referencia a los nacionalistas vascos, a los que amonestó por exigir una mayor autonomía. “La secesión no tiene sentido”, afirmó.
El candidato había insistido en que “esta Cámara”, es decir, el Congreso, “no está para gritar”. Así Tamamis pronunció los feos discursos que se escuchan de los portavoces del Partido Socialista de los Trabajadores o del Partido Conciliador de los Trabajadores. Lamentó que todo esto no fuera un ejemplo de “convivencia”.
Agradeció a la vocera del Partido Popular, Coca Gamara, su “simpatía”, pero la amonestó por decidir no votar la moción de censura “no fue ociosa” para él, ya que sirvió para “dar un impulso al interés político y determinación de la situación española”.
Tamams, por fin, agradeció a todos por aguantar sus palabras.