
A finales de noviembre, La Moncloa comprueba que la denominada Ley si, solo si No estaba en camino. No lleva ni dos meses en vigor, pero ya se han hecho las primeras rebajas de penas para los agresores sexuales.En primer lugar, el Tribunal Supremo falló en caso ArandinaElevó las penas a 9 años, pero advirtió que hubieran sido 10 años sin la nueva ley. “No esperábamos este veredicto”, admitieron fuentes gubernamentales.
Era una garantía de que, como ya habían vaticinado algunos ministros socialistas, había que tocar la Regla. El escudo establecido por la Corte de Credo fue desmantelado. Cambio de estrategia: Era necesario estudiar cómo modificar el texto para evitar la erosión y una “alarma social” que ya había sido aceptada en la asamblea presidencial. Pedro Sánchez encargó a las ministras Pilar Loeb (Justicia) e Irene Montero (Igualdad) trabajar en ello. Fue entonces, hace dos meses, en La Moncloa, que ya habían dado con lo que sólo rematarían después: “Es así, hubo efectos no deseados”. “Hubo preocupación desde el inicio, no esperábamos estos efectos”, revelaron desde el Ejecutivo.
El propio jefe del Ejecutivo, en una conversación informal con periodistas el 6 de diciembre en el Congreso, confirmó el cambio al reconocer que se harían “ajustes técnicos” a la normativa si fuera necesario. JOE ya obtuvo el mandato del Presidente.
Ambos departamentos establecieron contacto a principios de diciembre. Fuentes gubernamentales admitieron que “fue una orden del presidente”. “La motivación es una caída en las oraciones”. De la equidad se ha trasladado a la igualdad la necesidad de “ajustes técnicos”. El departamento que dirige Irene Monteiro ha mostrado su postura contra las penas tocantes y, sobre todo, respecto al consentimiento. Pero Sánchez no devolvió la decisión, ante el goteo de recortes, y tras días de cerrar filas con Irene Montero, a pesar de que en el Partido Socialista de los Trabajadores había incredulidad y molestia, ya que muchos de los dirigentes y funcionarios de la región exigían a actuar y reformar la ley. . Dentro de la formación socialista existe la convicción de que los “efectos no deseados” del Sí-solo Sí pueden llevar al desgaste de un proyecto de ley electoral.
La justicia y la igualdad no fueron los únicos actores que protagonizaron estas negociaciones fallidas de dos meses. Según pudo saber este diario, intervinieron los socialistas del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra, María Jesús Montero, como Número dos Desde el PSOE, en representación de Podemos, además de Montero, se informó de un diálogo con la ministra Ione Belarra y la vicepresidenta Yolanda Díaz y en constante contacto.
Seis propuestas para la igualdad
Desde diciembre, Igualdad ha enviado hasta seis propuestas a la Justicia, que han ido desde un plan integral para reforzar la protección de las mujeres, hasta tocar las penas mínimas o el estatuto de la violencia como agravante…, y así se hizo Podemos para ver las bases de la acción Y la negociación fue un documento de justicia que este Ministerio hizo llegar a Igualdad el pasado 8 de diciembre. Lo justifican como el único ministerio competente que toca Código Penal.
Durante dos meses, las negociaciones se desviaron, una estimación que los participantes mantuvieron, a pesar de su cuestionamiento sobre la ley. Todo cambia cuando se anuncia que el ejecutivo está listo para modificar la norma. La escena y el tiempo están cambiando. Todo se está acelerando. “Ya no hay nada que hacer ahí”, admiten en Unidas Podemos. Sánchez, hace una semana, instó a su pueblo a implementar lo que el Partido Socialista de los Trabajadores llama “ajustes técnicos”. A partir de entonces, se lanza un ultimátum a los igualitarios: si no se rinden, si no acceden al acuerdo y aumentan las penas, los socialistas decidirán hacerlo unilateralmente. Dicen desde el sector socialista de gobierno: “Hay que buscar una solución”.
La reforma, que no se apresuró en diciembre porque ese fue el mes en el que se abolió la sedición y se redujeron los desfalcos, ya la apremiaban los socialistas, porque la rebaja de penas a los infractores se acercaba a las 400 y su liberación aumentaba el “pánico social”. En los últimos días se han acercado las posiciones, y ha habido un acuerdo para levantar las sanciones, pero se ha desviado en cómo hacerlo. Un “atasco” que se prolongó durante días rompió la paciencia de Sánchez. En Unidas Podemos acusan al PSOE de no ceder e incluso de “bromear” porque, dicen, su iniciativa está comprometida Artículos 178 Y 179 del Código Penal y esto, dicen, es la modificación del “corazón” de la norma, el consentimiento.
La propuesta abanderada por Justicia y que finalmente el PSOE presentó al Congreso incluye la violencia y la intimidación como subgénero, y levanta las penas, tanto en los casos de agresión sexual -de 1 a 5 años de prisión- contra aquéllas. De 1 a 4 años de la ley del “solo sí es sí” -como en aquellas agresiones donde hay penetración (violación)- que se extiende de los 4 a los 12 años que ampara la Ley de Igualdad, a la horquilla entre los 6 y los 12 años viejo.