No hay mejor antídoto para el documental que el documental de búsqueda. Frente a películas con la teoría y objetivos ya establecidos incluso antes de su realización (económicos, políticos, sociales, humanos, filmográficos …), y que desaparecen durante el proceso de rodaje a partir de entonces, lo que puede nublar el juicio y el plan anterior. A menudo dogmáticos, están los documentales que saben dirigirse al lugar ideal: aquel que hace que la obra sea verdaderamente interesante, compleja y atractiva, en el contexto artístico y emocional. …
Inicia sesión para seguir leyendo
Con solo tener una cuenta, puedes leer este artículo, es gratis
Gracias por leer EL PAÍS
