Murcia, y el trato con hilanderos de Ciudadanos y disidentes de Vox, es ahora el modelo con el que Pablo Casado pretende retomar su proyecto. “Hoy comienza la reconstrucción del centro-derecha”, anunció el líder del PP en Cartagena, donde aterrizó inesperadamente para bendecir la maniobra que permitió a su partido neutralizar la moción de censura contra el gobierno murciano. Mientras la izquierda acusaba a los popularistas de actuar como ‘gánsteres y corruptos’, comenzó la lucha por sacar a España de lo que Casado definió como ‘la pesadilla del gobierno de Sánchez’.
Las filas de la derecha explotaron de alegría en cuanto se completó el fracaso de la moción de censura impulsada por PSOE y Ciudadanos. El salón de plenos de la asamblea local se convirtió de pronto en fiesta -por supuesto sin distancia social- y Casado lo mantuvo al margen, siempre acompañado de su secretario general, Teodoro García Egea, el murciano al que sus rivales atribuían la paternidad de la maniobra. . “Hoy, la libertad está ganando terreno”, dijo el presidente regional, Fernando López Miras. “Ahí comienza un período maravilloso de esperanza”, los tres diputados expulsados de Vox se unieron a la alegría y se apresuraron hacia Casado y García Egea para agradecerles su apoyo. Una nueva etapa en la que los depurados por Santiago Abascal se esfuerzan por hacerse con el Ministerio de Educación y aplicar de inmediato el veto parental en las escuelas.
“No todo vale en política”. Con estas palabras, pronunciadas con firmeza y convicción, Casado se dirigió así a los periodistas. El líder del PP no se refirió a los ayuntamientos otorgados a tres delegados de Ciudadanos para retirar sus firmas sobre la moción de censura, ni tampoco a la previsible entrada de disidentes de Vox en el gobierno de López Miras. Casado habló de lo que vio como una ‘conspiración’ ideada por Pedro Sánchez para desestabilizar al centro-derecha derrocando al ejecutivo de la región a través de una alianza con Ciudadanos. El líder del PP sostuvo que fue Sánchez quien ‘vino aquí a comprar testamentos’. Según Casado, se concedieron los cargos contra los desertores del partido Arrimadas o los expulsados de Vox por el PP. ” Un punto de compromiso para todo aquel que quiera que el sanchismo no siga gobernando. El popular consiguió evitar que ‘Sánchez y sus compinches se llevaran la libertad de Murcia’, añadió el mandatario autonómico. Y tanta euforia y tanto email como lo puso ante la Asamblea el portavoz del PP, Joaquín Segado: “En Murcia empieza la cruzada para echar a Sánchez de La Moncloa”
La moción fracasó por dos votos, 23 a 21. La candidata de Ciudadanos, Ana Martínez Vidal, sólo recibió el apoyo de otra compañera suya y de los socialistas del bloque. El tercer diputado de la formación liberal que aún no se había ido, el presidente de la asamblea regional, Alberto Castillo, que recordaba y dejaba dudas sobre cuál iba a ser su futuro político, ni siquiera se sumó. El muro levantado por el PP procedía de un suelo de jaula: sus propios diputados; los descendientes de Ciudadanos; los que fueron expulsados de Vox pero que aún ostentan la marca en el parlamento autonómico, y un cuarto diputado de esta última formación que se mantiene fiel a Abascal. Un gobierno de Frankenstein, María Marín, portavoz de United We Can, sería luego irónica.
El diputado samurái
Ahora es necesario negociar el papel futuro de los autodenominados ‘diputados libres de Vox’, con los que está negociando el OP, para incluirlos en la Dirección. Estos tres diputados fueron suspendidos en junio del año pasado debido a un enfrentamiento con el secretario general Javier Ortega Smith, quien se negó a permitirle manejar sus facturas. Pero debido a que eran la mayoría en el grupo, solo uno que coincide con el liderazgo, mantienen el punto en la Asamblea.
Los nuevos compañeros en la “reconstrucción” de Casado tienen un líder muy definido, Juan José Liarte, un abogado cartagenero de 45 años que confiesa y reparte el código. bushido del samurái: este jueves inició su discurso por una de sus conversaciones con su maestro sobre una copa en aras y una katana, en una montaña en Japón. El tono de Liarte es mucho menos agresivo de lo habitual en Vox. En su intervención ante el pleno de la Asamblea incluso habló de ‘violencia machista’, mientras rechazaba frases como ‘la victoria y la derrota son dos engaños’ o ‘el honor es un buen vino para beber solo’. Pero sobre todo, Liarte tiene una idea firme: lo que Vox llama ouerpen, es decir, dar a los padres el poder de evitar que sus hijos asistan a actividades fuera del horario escolar con el contenido de las que no están de acuerdo. “Para nosotros es un símbolo”, repitió tras la derrota de la moción. Y además, añadió, debería aprobarse lo antes posible.
En una comparecencia ante la prensa, Liarte comenzó diciendo que no tenía el menor interés en ingresar al gobierno para finalmente conceder que lo aceptaría si insistían mucho. Y señaló el interés de su grupo por la educación. Poco después el diario La verdad un borrador publicado Negociación del PP y estos diputados en los que se espera que el Ministerio de Educación ceda a una de ellas, Mabel Campuzano. Fuentes del gobierno regional dijeron que se trataba de otro “documento” de los que se están tratando. Liarte también señaló sus preferencias por la industria y eso podría ser un problema: con la cartera, se adjudicó a uno de los señores de las Cs. Aparentemente habrá mucha gente reconstruyendo el centro-derecha.