
El Granada amplió su fantástico viaje por Europa clasificándose para los cuartos de final de la Europa League. Los andaluces disputarán los ocho mejores de la segunda competición continental en su primera participación europea, con lo que los clasificados se quedan cortos a la hora de analizar la gran pista de la selección andaluza. Con 45 partidos a sus espaldas, el Granada no presentó su mejor versión en el Puskas Arena de Budapest, algo cansado de tanto desgaste, pero no erró su objetivo.
Un buen disparo de Soldado, que salió en el segundo tiempo a través de su compañero Jorge Molina, abrió de par en par las puertas de los cuartos ante un digno Molde. El equipo noruego tuvo sus opciones durante todo el partido. Sobre todo en el minuto 66, cuando Fofana entró al área 1-0 en el marcador a favor de su equipo. Silva cerró las puertas con el 2-0, que empató con el resultado del primer inning y podría haberse acercado a una prórroga inminente.
Soldado, que también fue importante en las primeras etapas, concluyó cualquier debate y terminó con un rival entusiasta, pero sin nivel para estar en los cuartos de final de una competición europea. En esta etapa avanzada, Granada aparece y disfruta de una fiesta para el deleite de su afición, que nunca ha visto nada igual en sus más de 90 años de historia. Ni siquiera el gol de penalti de Hestad en el último minuto pudo afectar a la clasificación del Granada, que llega con dos partidos europeos altos tras el siguiente parón internacional. El Granada jugó hace 15 años partidos de tercera división.
Granada tenía un cierto sabor amargo. Sin embargo, el conjunto andaluz, muy animado por Kenedy, no pudo convertir en gol su superioridad técnica sobre el Molde, un equipo con muchas limitaciones pero con la confianza necesaria para estar en el empate. Daba la sensación de que el Granada tenía un punto de constancia y fútbol para dejar de sufrir. También hubo una pizca de complacencia. Sin frescura en los huesos, los andaluces perdonaron a un rival inferior.
El Molde se adelantó en un partido desafortunado. Vallejo se cuela en su propia portería, un centro lateral con poco peligro. El Molde empató después de que Kenedy fallara en el cuarto minuto justo antes de Linde. El brasileño aún tenía una gran opción al final del descanso, pero su disparo también se fue desviado.
Rui Silva, decisivo
El Granada ya no tenía el control en el centro del campo, donde falta la jerarquía habitual de Montoro. El Molde, con más suerte que fútbol, pero siempre incansable, llegó al descanso con un inquietante 1-0 a su favor. Las malas sensaciones se agravaron en la segunda parte. El equipo noruego aparentemente siguió un plan que los acercó más a su meta. Fofana lo tuvo después de varios acercamientos de los noruegos. Rui Silva frustró al joven goleador, que le mostró Soldado, para estar entre los ocho mejores equipos de la Europa League, donde este grupo de jugadores considera legal seguir soñando.
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