
La Fiscalía ha pedido al Tribunal Supremo que mantenga la pena de seis años de prisión por malversación y población impuesta por la Audiencia Provincial de Sevilla al ex presidente del consejo José Antonio Griñán en el caso ERE. La Fiscalía también exigió que se mantengan el resto de sentencias dictadas por el tribunal, incluidos los nueve años de recusación por incumplimiento continuado de condiciones de otro expresidente andaluz, Manuel Chaves, y de los exconsejeros Magdalena Álvarez y Gaspar Zarrías.
El veredicto de la ERE, emitido por el juicio en noviembre de 2019, refrendó la disertación acusatoria sostenida durante la investigación de la Fiscalía contra la corrupción, y las sentencias impuestas redujeron en varios grados la solicitud del Ministerio Público, por lo que los acusadores de la Tribunal superior aceptó el veredicto como bueno y pidió de acuerdo con los avances para ratificarlo. El español y fuentes de la Fiscalía confirmaron a El PAÍS. Además de Griñán, fueron encarcelados otros cuatro ex concejales socialistas: Antonio Fernández y José Antonio Viera (Obra), Francisco Vallejo (Innovación) y Carmen Martínez Aguayo (Economía). La sentencia más alta fue para Fernández, siete años y 11 meses. En el caso de Vallejo y Viera, la pena es de siete años; y el de Martínez Aguayo, seis.
La Corte Suprema ha ampliado el plazo de apelaciones hasta el 31 de marzo, aunque la mayoría de los 19 condenados, entre ellos Griñán y Chaves, ya lo han ofrecido. Una vez que estén todos registrados, la Corte Suprema comenzará a estudiar los escritos, por lo que la sentencia definitiva, que podría llevar al encarcelamiento de los imputados a la cárcel, tardará unos meses más.
El veredicto del juicio, de 1.821 páginas, es una poderosa censura de la política de empleo de la Junta de Andalucía, que estuvo regulada por el PSOE durante 36 años ininterrumpidos hasta diciembre de 2018. Chaves y Griñán, líderes históricos del socialismo andaluz, gestión comunitaria. Durante 23 años, periodo en el que se constituyó el fondo ERE, que los jueces consideran un ‘sistema fraudulento’, con el que la Junta de Andalucía repartió fondos, sin control, a empresas en crisis. La resolución fija la donación de este fondo en 680 millones.
Para los jueces, Chaves y Griñán eran ‘plenamente conscientes’ de la ilegalidad de las decisiones sobre el fondo de los ERE. Al primero se le acusa de saber que el sistema violó la ley y le permitió ser presidente del Concejo. “Es ilógico que decisiones de gran trascendencia, en asuntos de gran trascendencia social e influencia política, sean desconocidas por el presidente”, dicen los jueces opinión sobre Chaves, quien “inconcebiblemente” cree que el cambio de modelo tomado en los ERE sería sin el visto bueno del consejero delegado andaluz.
A Griñán se le atribuye el hecho de que durante su etapa como ministro de Economía y Hacienda ignoró las advertencias sobre irregularidades de la Intervención General. El expresidente y exministro de Economía aseguró en el juicio que nunca había recibido las advertencias, pero los jueces afirmaron que estaba al tanto de los avisos y no hicieron nada para evitar las irregularidades, por lo que lo condenaron por eclipse. Esta sentencia es una pena de prisión para el exlíder socialista y centrará en su mayor parte gran parte del debate en las deliberaciones de la Corte Suprema, ya que contradice la tesis que la propia Corte Suprema sostuvo cuando le tocó el turno de dictar el caso. en 2015. de los EREs porque Griñán y Chaves eran diputados en el Congreso o senadores y estaban certificados ante la Corte Suprema. El Tribunal Supremo no valoró en su momento la malversación, pero los imputados dimitieron de sus cargos tras ser imputados, y el caso fue finalmente resuelto en el Juzgado de Sevilla, que aceptó la tesis de la fiscalía y condenó a Griñán por malversación.