
En el ajedrez, como en la vida, hay sacrificios, a veces muy conspicuos, cuya compensación llega muy rápidamente. Y otros, los más merecedores porque requieren un profundo conocimiento del juego, que se lleva a cabo a medio o largo plazo. La obra de este video pertenece al segundo grupo, e implica que el autor de la doble pieza de sacrificio no solo calculó con precisión, sino que también juzgó con mucha certeza que la armonía de sus piezas después de la batalla sería la ganadora, muy mejor que el de los poderes. defensivo.
Sigue leyendo