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El aumento de los excedentes vitivinícolas, por la caída de la demanda y una cosecha alta, amenaza la actividad del sector. Las organizaciones agrarias y las cooperativas señalan las inadecuadas medidas para regular los mercados y exigir nuevos fondos, que el ministro Luis Planas tiene previsto solicitar en Bruselas la próxima semana.
Según el Observatorio Español de los Mercados del Vino, el ligero aumento de la demanda interna en 2019, hasta los 11,1 millones de hectolitros, se derrumbó en 2020. La caída media fue del 18% a 9,1 millones de hectolitros por el cierre de la recuperación, el colapso del turismo y la prohibición de miles de fiestas populares. La caída de las ventas en la industria hotelera se estima en un 40%, solo parcialmente compensada por el aumento del 23% en la demanda de los hogares.
En las exportaciones, el descenso fue menor. Superó los 20 millones de hectolitros, con una disminución de las ventas del 5,9% en volumen y del 3,6% en valor. Frente al descenso en EE. UU., Debido principalmente a los aranceles, Rusia y China han aumentado sus ventas en los países del norte de Europa, incluido Reino Unido, y en varios países del este.
El año pasado, Agricultura implementó una serie de medidas para reducir los excedentes. Los 91 millones invertidos en parte provienen del plan estratégico del sector. Pero la extracción o conversión del vino en alcohol no fue suficiente si se considera que la cosecha fue una de las más altas, con unos 45 millones de hectolitros.
Rendimientos más bajos
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) llama a nuevas actuaciones a través de la destilación, almacenamiento y destrucción de racimos, así como a reducir los rendimientos máximos de uva por hectárea, que hace un año se fijaban en 20.000 kilos para los blancos y 18.000 para los tintos.
Las cooperativas de Castilla-La Mancha proponen que se retiren cinco millones de hectolitros de acuerdo con la normativa comunitaria. Y todo el sector está exigiendo nuevas medidas para reducir los excedentes, ante la posibilidad de otra buena cosecha que alejará a más enólogos de la actividad.
Aunque la superficie cultivada se ha reducido en los últimos años -de más de un millón a 960 000 hectáreas- la mejora de estructuras, regadíos, variedades más productivas o viñedos cultivados ha provocado un aumento del potencial de producción, que se utiliza como único . a plazo para mejorar los ingresos a la luz de la caída de los precios.