
El nuevo plan de choque contra el fraude en el nombramiento temporal se lanzó el 22 de febrero y sus primeras consecuencias significativas ya son sorprendentes. A través de esta campaña se convirtieron 60.893 contratos temporales en indefinidos hasta el 11 de marzo, según datos de la Inspección de Trabajo a los que tuvo acceso EL PAÍS. A las cifras del plan, que comenzó con el envío masivo de cartas a empresas en las que se descubre un posible mal uso de una eventual obra, hay que sumar otras 16.500 conversiones en lo que va de año debido a las habituales actuaciones de la Inspección.
El abuso del alquiler temporal en España está a la orden del día, tanto es así que muchas veces se reduce al fraude. Para firmar un contrato temporal, el Estatuto de los Trabajadores exige una causa justa: un aumento puntual de la producción, la formación de un aprendiz o la sustitución de un empleado con licencia. Está fuera de la ley nombrar a alguien como examinador por unos meses, ya que estos son los períodos de prueba en los contratos indefinidos; un pasante tampoco puede ser designado para un puesto estructural; Tampoco está permitido nombrar temporalmente a alguien que tenga más de dos años en un período de treinta meses. Pero estas situaciones ocurren con frecuencia. Se trata de irregularidades muy generalizadas.
Para intensificar la lucha contra este abuso, la Inspección de Trabajo puso en marcha un plan de choque el 22 de febrero. La campaña consiste en el envío masivo de una carta a las empresas en las que se detecta un posible fraude y pide la transformación de estos contratos temporales en contratos fijos. Advierte contra hacerlo; un inspector irá al lugar de trabajo para ver si la supuesta ilegalidad es así.
En 2021, el primer paso consiste en enviar cartas a 59.129 empresas en las que se indica que se han detectado indicios de abuso en el caso de 122.528 empleados. A partir de ahí se inició una rápida regulación por parte de las empresas. Solo en los primeros cinco días de marzo, convirtieron 46.346 contratos en contratos indefinidos. En total, se organizaron 60,893 hasta el 11 de marzo. Estos datos aún no son definitivos ya que el plan aún está abierto.
Para detectar indicios de abuso, la Inspección utiliza la Herramienta Antifraude, un recurso tecnológico que cruza los datos de afiliación a la seguridad social, los que cruzan desde el arrendamiento SEPE y en ocasiones la Agencia Tributaria. Su uso permite reforzar el control del fraude durante el período temporal, algo que cuesta mucho la inspección con los métodos tradicionales debido a la gran cantidad de contratos firmados cada año en España: en circunstancias normales, más de 20 millones firmados. En 2019, alcanzó los 22,5 millones. El año pasado, debido al coronavirus, la cifra fue de 15,9 millones.
Este plan de choque contra el abuso temporal es el tercero que se utilizará. Ya en 2018 y 2019 hubo dos precedentes. En la primera emisión se concretaron 61 445 contratos y se detectaron 80 529 situaciones de fraude. En el segundo, 59.129 se convirtieron temporalmente en fijos. Estos planes, junto con el trabajo regular de los inspectores, aumentaron las conversiones a cifras históricamente altas, especialmente en 2018. Ese año, la Inspección obligó a convertir cerca de 200.000 temporales en plan permanente.
Paralelamente a estas campañas, Work ha desplegado otras dos contra el trabajo a tiempo parcial que cubre horas completas. Estas experiencias han demostrado que los planes de colisión y el uso del fraude contra el fraude son más efectivos para combatir el abuso temporal (en el 76,3% de los casos presuntos fraudulentos se alcanzó la regulación en 2018) que en los casos falsos. Se corrigieron jornadas de trabajo a tiempo parcial (apenas el 17,5%) de las situaciones detectadas). Esto se debe a la mayor facilidad para encontrar signos objetivos de irregularidades mientras tanto. En 2021, no hay ningún plan para el uso ilegal del alquiler a tiempo parcial.
La temporalidad –tras la elevada tasa de paro– es el gran problema del mercado laboral español. Como resultado, la destrucción masiva de empleos en las crisis, como se vio en las primeras etapas de la pandemia, se filtra y, en un movimiento inverso, es el camino por el cual se recuperan las creaciones de trabajo grandes (en dificultades). La tasa de temporalidad en España es la más alta de la UE: 24% frente a una media del 13%.
El fraude del sector privado es solo una forma de resolver el problema. Pero esta opción tiene límites. Uno de ellos está en administración. La temporalidad en el sector público alcanza el 30%; en el sector privado, 23%. La inspección puede actuar contra las empresas, pero la administración no puede castigarse a sí misma. Además, debes aprobar un examen para tener un servicio público permanente.
Este problema fue señalado por Bruselas en las negociaciones con el gobierno para las reformas asociadas con la llegada de los fondos de recuperación europeos. En él, la Comisión presionó al ejecutivo para que pusiera fin al uso excesivo de aprendices en el sector público. Sin embargo, poco se sabe sobre los planes del ejecutivo en este ámbito. Más se sabe de sus intenciones en el sector privado: el Ministerio de Trabajo pretende fortalecer las causas en la ley, enfatizar el control de la Inspección y reducir los tipos de contratos a tres.