29 de septiembre de 2023

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Dónde invertir al volver a la normalidad | Negocio

Economía antigua. Nueva economía. Reparar. Movilidad. Digitalización. Nueva normal. Vacunas. Aceleración de tendencias. Vientos de cola. Incentivos fiscales. Palabras en boca de todos estos días. Todo, según los expertos, con cierto matiz optimista. El añadido “cierto” a su juicio tiene mucho que ver con el hecho de que la esperada y previsible recuperación económica no firma una tradicional letra V, U, W o L, sino claramente una K en la que disfrutan algunos sectores y “ganadores” Muy buena salud a medio y largo plazo, mientras que otros, “perdedores” experimentan mayores problemas.

Si la mayoría de los analistas están de acuerdo en algo, es en el hecho de que los mercados de valores esperan la realidad; lo esperan. De hecho, lo empezaron, según explican,: rentabilidades a corto plazo ‘interesantes’ por ahora en algunos fondos de sectores y empresas cíclicas, los más afectados por la pandemia, y los que están volviendo a la normalidad en teoría – ‘la clave está en la movilidad lograda ‘, dice un analista consultado – les beneficiará. Con eso en mente, sin embargo, los mercados de mediano y largo plazo, como necesitan algunos ejecutivos, parecen apostar por sectores y empresas que se enfocan en digitalización, infraestructura, salud, inteligencia artificial, etc. El resultado se puede ver en fondos de inversión temáticos con rentabilidades en muchos casos durante los últimos doce meses superiores al 20%.

La nueva normalidad, que se está logrando poco a poco gracias a los programas de vacunación, deja bastante optimista al gerente del DWS, Juan Barriobero. Especialmente a corto plazo y en Europa, Barriobero propone estudiar opciones de inversión en actividades cíclicas de consumo, sensibles a la reapertura definitiva. Habla de servicios gastronómicos, residencias para personas mayores, vehículos de motor, sector profesional relacionado con espectáculos y eventos. El gerente de la firma alemana también se refiere a sectores y empresas de materias primas. Según él, la demanda se está recuperando y los precios están subiendo. Como ejemplo, cita el cobre, un metal que se considera un buen barómetro para la actividad industrial, con un incremento del 18% desde principios de año. Aunque no puede hablar a medio plazo de sectores ‘tabú’ – aerolíneas, banca, energía contaminante, dice que es algo más complicado, aunque hay oportunidades puntuales – pero prefiere centrarse en valores tecnológicos; especialmente centrado en la digitalización.

No nos enfrentamos a un mundo desconocido. La pandemia ha acelerado los hábitos y tendencias de los consumidores. Esto es lo que cree Alicia García, responsable de M&G, para quienes los sectores ganadores a medio y largo plazo de esta crisis son la sostenibilidad (energías limpias, reciclaje …), las infraestructuras (en su sentido más amplio: tecnología, energía, datos y social) y tecnología (motores eléctricos, plataformas virtuales que ya están funcionando …). Esta experta no cree en sectores ‘muertos’, pero aprecia un cierto cansancio, un cierto retraso en la recuperación en relación con el comercio minorista, las aerolíneas, los viajes o el ocio. Sostiene que este puede ser un buen momento para centrarse en los fondos temáticos, ya que algunos están vinculados a la infraestructura. También cree que los fondos mundiales, con una gestión activa, acuerdan un “componente de valor” para colocar a favor del retroceso procíclico.

Con la crisis del COVID-19, los sectores de la economía mundial se movieron en muchas direcciones diferentes. Áreas como restaurantes, hoteles, tiendas, aerolíneas y pequeñas empresas, la vieja economía, vivían su peor momento. Por otro lado, el cierre ha beneficiado a la nueva economía: comercio electrónico, computación en la nube, servicio de transmisión de video, datos digitales y tiendas de artículos para el hogar y el hogar. La cuestión es, como explican Mario González y Álvaro Fernández, responsables del desarrollo de Grupo Capital, que la brecha entre economía y economía comienza a normalizarse: lo “viejo” parte de niveles muy bajos y tiene una gran demanda acumulada en anticipación. de estar satisfecho. A corto plazo, explican, “los precios de algunas empresas de los sectores más afectados pueden subir significativamente”. Añaden que lo importante, “ahora más que nunca”, es una gestión activa para determinar las tasas de inversión a medida que el mercado se recupera de forma volátil y no lineal. Por eso, creen que es clave identificar a los ganadores de los sectores que más daño hacen. En su opinión, este grupo incluye compañías de seguros, empresas con la innovación como hilo conductor y otras del sector de la salud y el entretenimiento. Por ello, apuestan por renta variable global y flexible a través de fondos de inversión que identifican empresas en crecimiento.

Dos tendencias

Luis Artero, director de inversiones de JP Morgan Private Banking, sostiene que las dos patas del actual banco de inversión sin duda deberían ser fondos vinculados a sectores cíclicos por un lado y fondos de megatendencia por otro. Los del primer grupo (esto incluye consumo, construcción, alojamiento, bienes de lujo y empresas de viajes, compañías de seguros …) se beneficiarán, en su opinión, en el corto plazo desde el momento del ciclo económico actual (ya extendido) y el efecto reflacional (inflación obtenida de las políticas gubernamentales para incrementar la producción).

Entre los del segundo grupo, los que tienen mejores perspectivas están los que se enfocan en la sustentabilidad, la lucha contra el cambio climático, las energías limpias, los autos eléctricos y su infraestructura necesaria y la transformación digital (Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial, 5G, Fintec). Los ETF, fondos de gestión pasiva que ahora están disponibles para los inversores en todos los sectores y por todos los factores, “son una buena alternativa de diversificación, siempre que haya una opción para los fondos que simplemente cuestan poco”, explica.