
Si la solución a los problemas colectivos que nos ocupa se vuelve tan clara como uno y otro reclaman, el pluralismo político se explicaría por la torpeza o las malas intenciones de los demás. Pero si persisten las diferencias, puede ser porque no hay tanta evidencia y los que están más convencidos ya no necesariamente tienen razón. En la vida política, no discuten valores en competencia, sino puntos de vista diferentes sobre los valores. Ninguna ideología, a pesar de las posibles afirmaciones en ese sentido, tiene una interpretación completa del mundo.
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