29 de septiembre de 2023

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El piragüismo concluye su peor semana en medio de planes, acusaciones de manipulación y filtraciones de deportes de audio privados

La peor semana del piragüismo español terminó este domingo en Trasona (Asturias) con solo cuatro de los seis remeros del equipo (Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo, Rodrigo Germade). Carlos Arévalo volvió a ganar las dos carreras del K1-200 por delante de Craviotto, Cooper y Germade. Carlos Garrote y Cristian Toro no estuvieron. Ambos confirmaron su presencia el viernes en un correo a la Federación. El sábado por la noche, sin embargo, advirtieron que no irían al hipódromo de Trasona. Todavía están de baja médica. Toro decidió retroceder en el auto camino a Trasona después de discutirlo con su psicólogo. La Federación dijo en un comunicado el viernes que elaboraría un informe después de las pruebas del domingo para seleccionar y comunicar la propiedad del K4, una de las opciones de medallas en los Juegos de Tokio. Actualmente, la elección es un bote de basura.

El proceso interno para seleccionar los K1-200 y K4-500 que participarán en los Juegos de Tokio comenzó el jueves 4 y debería haber tenido lugar a las 11. Se ha prolongado en medio de una tormenta provocada por acusaciones de manipulación por parte de Carlos Garrote y el ex presidente federal Juan Román Mangas. Garrote afirma que sus compañeros de equipo en la primera serie de carreras planificadas para el K4-500 fueron más lentos con él en el barco para noquearlo de los Juegos. Los compañeros a los que se refiere son Craviotto, Arévalo y Toro; él mismo eligió formar una de las tres posibles combinaciones del K4-500. Cuando se le pregunta en su día con quién quiere remar, elige a los tres compañeros y se niega a compartir bote con Marcus Cooper. “No confío en él”, dijo.

Los otros dos barcos son Craviotto-Cooper-Arévalo-Toro y Craviotto-Cooper-Arévalo-Germade (el que fue subcampeón en Szeged en 2019, último Mundial). De las seis carreras previstas (la que gane, dos serían seleccionadas para participar en los Juegos) solo se han jugado cuatro hasta ahora. Garrote y Toro solicitaron el despido médico el martes y detuvieron el proceso de selección en medio de acusaciones de apuntar.

La Federación ha decidido que competirán a puerta cerrada el domingo para evitar que esta semana se presente otro circo mediático como este. Fueron diez días de pruebas suspendidas, reanudadas por un día, suspendidas nuevamente. Fueron diez días que fueron visita a urgencias por un ataque de nervios (el de Garrote, según Toro, que lo acompañó al hospital), baja médica, denuncias al Consejo Superior de Deportes (CSD), filtraciones de audios privados , escritos y juicios de los abogados del técnico Miguel García, y de Saúl Craviotto, capitán de la selección y abanderado durante el acto inaugural de los Juegos a partir del 23 de julio.

El jueves 4 Carlos Arévalo ganó las dos carreras programadas para seleccionar al remero que competiría en el K1-200. España clasificó a ocho piragüistas en cuatro Pruebas, pero en estos Juegos el COI tiene plazas limitadas a seis, por lo que la Federación tuvo que tomar decisiones internas para realizar dos lanzamientos en las Pruebas K1-200 y K4. El piragüismo español es tan alto que tuvieron que organizar algunos juicios como las potencias mundiales (por ejemplo, Estados Unidos en natación o atletismo).

Arévalo, que quedó fuera de los Juegos de Río en 2016 tras perder a los selectores internos por el K2-200, ganó las dos Pruebas que arrancaron el jueves 4 por delante de Saúl Craviotto y el resto de sus compañeros (Carlos Garrote, Cristian Toro – especialistas en velocidad y Marcus Cooper y Rodrigo Germade, especialistas en distancias más largas). La única opción que tenía Garrote y Toro para participar en los Juegos de Tokio, como el resto, era conseguir una plaza en el K4-500. Los tiempos en los que la Federación ha acordado no hacerse públicos, como los selectivos tiempos de años anteriores -en los que ni los remeros tienen conocimiento- aparecen para sorpresa del técnico, Miguel García. La diferencia de 3.8 segundos por la que el K4-500 de Craviotto-Cooper-Arévalo-Germade ganó la primera vuelta llevó al técnico a convocar a los atletas para averiguar qué sucedía en las pruebas, si el frío afectado tiene, agua y dureza, activación muscular, etc. Este es un tipo de reunión que se suele realizar para analizar las diferencias horarias y las circunstancias profesionales; pero esta vez se convirtió en un juego de filtraciones y acusaciones de manipulación antes de que comenzara.

Garrote insinuó que las pruebas se habían completado y que sus compañeros habían frenado con él en el barco para retrasarlo de los Juegos. El mismo día que terminó su circulación, sin embargo, dijo que el proceso de selección interna sería ‘justo y lícito’ y celebró ese día ‘todo el mundo está satisfecho en casa de que ni siquiera les ha dejado un poco de reserva’. Cuatro días después (lunes) envía un mensaje de WhatsApp a unos periodistas diciendo que se ha intervenido el proceso de selección e intenta convencer a Toro de que sus compañeros los están perjudicando. ‘Si sales mañana [el día que le tocaba la segunda tirada]Aceptas una derrota. “Si no sales, es prueba de que nos robaron”, dijo según un testigo.

Tras la cancelación de las pruebas el martes, la Federación decidió que las pruebas deben continuar y que esta semana se debe elegir el barco de salida de los Juegos, para los que solo quedan cuatro meses y medio. Y, sin embargo, solo se ha hecho un papel más. El del Craviotto-Cooper-Arévalo-Germade, el que mejor tiempo marcó en la primera Prueba. Son los únicos, a pesar de la tensión previa y a pesar de que pasaron noches sin vigilar como el resto del equipo que se presentó en la línea de salida. Garrote y Toro enviaron bajas médicas en las que manifestaron que no podían competir por un estado de estrés y porque no estaban en forma mental o física para desempeñarse. Mientras tanto, el Club Fluvial de Vigo, al que pertenece Toro, envió un informe al CSD analizando los tiempos de prueba y una carta a la Federación con una denuncia formal sobre el proceso de selección.

Falta de respeto y amenazas

La Federación anunció el viernes por la tarde que el domingo se realizarían dos corridas del K1-200 y que, tras estas pruebas, redactaría un informe para seleccionar el K4-500, ya que los preparativos para los Juegos se habían detenido bastante. No se repetirán las pruebas del K4-500 suspendidas por las bajas médicas de Toro y Garrote. No es práctico que las pruebas se puedan realizar normalmente tras las tensiones acumuladas durante la semana, las denuncias de manipulaciones, las filtraciones de conversaciones privadas grabadas a escondidas en los pasillos del Centro Técnico Trasona y durante las reuniones con el técnico. Incluso los abogados de Craviotto intervinieron y advirtieron a Garrote por escrito que publicar este audio era un delito. Según algunos en la selección, el objetivo de Garrote es precisamente prolongar los procesos para desafiarlo. Si la reunión del nuevo presidente, Pedro Pablo Barrios, no aprueba los presupuestos de este domingo, todo puede volver a pararse.

La tensión que ha acompañado al selectivo desde que el K4-500 liderado por Craviotto ganara la plata mundial en Szeged estalló repentinamente el lunes, convirtiendo al equipo en un polvorín. Testigos sostenidos en las reuniones por Miguel García, el entrenador, con los seis remeros, informaron que habían escuchado faltas de respeto y amenazas.

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