29 de septiembre de 2023

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Arquitectura megalómana de Franco | televisor

El estilo constructivo del régimen va más allá de los ornamentos escurianos. Con las pinceladas históricas que impregnaban gran parte de su arquitectura, el régimen de Franco creó la monumentalidad del fascismo italiano y el nazismo alemán, más cercano a las vanguardias artísticas. Pero no solo se inventó un estilo nuevo y pomposo que pretendía dar continuidad a la España imperial. Además, la dictadura ha creado una serie de grandes proyectos llamados a asombrar al mundo y perpetuar el legado ideológico del líder a través de la piedra.

El Valle de los Casos, la Central Nuclear de Zorita, la Presa de Aldeávila o los yacimientos gallegos y sevillanos son buenos ejemplos. Éstas y otras grandiosas obras se repiten en Megaestructuras francistas, la nueva serie documental Discovery dirigida por Josep Serra. Seis episodios temáticos de una hora, que aparecerán en el canal Veo TV a partir del lunes 15, se grabarán en más de una treintena de localizaciones en todo el país. Ofrecen una imagen actual de estos proyectos -que a veces caen en el olvido y otras quedan casi intactos- en combinación con el archivo histórico audiovisual de la Filmoteca Española.

El formato se caracteriza por fotografías aéreas y movimientos de cámara panorámica que amplían aún más los edificios principales. Tiene su precedente en programas norteamericanos como Extremo Ingenieria, que con increíble rapidez analiza la construcción de proyectos de ingeniería globales multimillonarios. Serra señala que este estilo narrativo “puede adaptarse al público en general temas históricos con un trasfondo intrincado que va más allá del espectáculo visual o los problemas técnicos de una obra en particular”. Hace dos años, el director produjo un documental para National Geographic sobre el extenso trabajo en La Sagrada Familia. La diferencia con su último proyecto es principalmente contextual. El pastiche megalómano del franquismo se erigió en una época de escasos recursos y materiales.

‘Queremos explicar cómo la dictadura construyó esta infraestructura, para qué fue y cuál es su estado actual. No nos interesa juzgar el pasado, sino ayudar al público a formarse su propia opinión ”, continúa telefónicamente el director. Existe la paradoja de que el último episodio de Megaestructuras francistas que ha sido filmado se transmitirá primero. Este es el capítulo sobre el Valle de los Caídos. Las cámaras del equipo de Serra iban por delante de todos los demás cuando entraron en esta sala tras la excavación de los restos de Franco, en ese momento retransmitido en directo como una especie de telerrealidad. Pero el prior no autorizó al personal del Discovery a grabar en la capilla.

Lograron cruzar la puerta del Valle de Cuelgamuros, coronado por un águila de dos cabezas. Y partieron por la escalera principal hasta llegar a la gran explanada que acogió a la multitud en la inauguración. El 1 de abril de 1959, casi cuatro décadas después de que comenzara a funcionar una ofrenda floral, Franco presentó al mundo el proyecto arquitectónico en el que estaba más involucrado. El camino para llegar estuvo marcado por imprevistos técnicos y cambios en el diseño que el dictador ordenó por capricho durante sus visitas semanales. Su obsesión era que algunas de ellas se desarrollaran de noche y con la única compañía de su mánager, como cuenta en la serie el historiador Queralt Solé.

Los mayores desafíos fueron excavar una basílica en la roca y colocar sobre ella la cruz más alta del cristianismo, que alcanza los 150 metros. Franco encargó la ampliación del pesebre al diseñador Diego Méndez, quien sustituyó a Pedro Muguruza a cargo de las obras, quien cayó enfermo. Si la dificultad para construir una nave abovedada radica en asegurar el techo, en este caso se suma la presión que ejerce el Cerro de la Nava en los costados. La solución fue ubicar unas grandes franjas rocosas que, como nervaduras, soportan el peso de la montaña. En agosto de 1954 se completó la ampliación de la cueva, duplicando sus dimensiones iniciales, alcanzando los 262 metros de longitud y alcanzando una altura máxima de 41 metros en el crucero.

La cruz que defendía el conjunto fue levantada sin andamio y ascendió desde adentro. Nunca antes se había hecho nada similar. Mientras se construía la estructura de hierro, se revestía con hormigón y con cantera tallada. Los brazos longitudinales se colocan simultáneamente para mantener el equilibrio total. La persona que toma las medidas y hace los cálculos oportunos es Carlos Fernández Casado, un ingeniero de caminos reeditado, depurado por el régimen pero contratado por la empresa responsable de la cruz. Su nieta cuenta en la serie que aceptó la tarea de proteger la vida de los albañiles, pero puso dos condiciones: que su nombre nunca se asocie al proyecto y que lo lleve a cabo sin que le paguen por ello.

El arquitecto Ramón Andrada valora el Valle de los Caídos como un “hito técnico en la historia de la arquitectura española”. Su padre, diseñador del mismo nombre, estuvo a cargo del funeral de Franco en un nuevo nicho del ábside de la basílica. Fue jefe del Servicio de Obras del Patrimonio Nacional, organismo al que pertenece este país y el mausoleo que hoy regentan los monjes benedictinos. El presidente Carlos Arias Navarro le informó por teléfono de la muerte del dictador y su presunto deseo de descansar allí. Mientras esperaba ser ocupado, la tumba se inundó con agua del interior de la montaña y tuvo que ser impermeable antes del entierro. Andrada le dice a EL PAÍS que su padre nunca lo llevó al Valle.

El segundo episodio de la serie Discovery se transmite el lunes 22. Describe la discreta participación de la dictadura en la carrera nuclear mundial. Por un lado, los éxitos en esta área le darán independencia energética. Por otro lado, la empuñadura del arma que cambia el rumbo de la Segunda Guerra Mundial significa una posición geopolítica dominante. Por ello, el gobierno de Franco explota las minas de uranio de Lleida, construye la central nuclear de Zorita y proyecta, entre otras cosas, una instalación nuclear militar en Soria. El documental visita estos enclaves y el Archivo de la Administración General (Alcalá de Henares), donde se guardan los documentos del Consejo de Energía Nuclear, institución creada por el régimen con el objetivo de patrocinar la aventura energética.

Algunos de estos papeles todavía se clasifican hoy. Quienes pueden ser consultados dicen que el Estado Mayor, advertido por la independencia de Marruecos en 1956, planificó medios militares que disuadirían al Rey del Riff de una presunta invasión de Ceuta y Melilla. La idea de una bomba atómica se forjó en una operación secreta denominada Carpetovetónico: Proyecto Islero, en homenaje al toro que mató a Manolete. Su liderazgo fue confiado al ingeniero y general de la Fuerza Aérea Guillermo Velarde, quien descubrió el secreto de la bomba de hidrógeno o el proceso Teller-Ulam, que se desarrolló primero en Estados Unidos y luego en la Rusia soviética. Temiendo que las investigaciones salgan a la luz, Franco ordena posponer su desarrollo físico, aunque no teóricamente. Solo con su muerte se pudo conocer la última cruzada del régimen.

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