Sara Carbonero e Iker Casillas se divorcian tras 11 años de relación. Así lo confirmaron ambos este viernes en sus cuentas de Instagram. “Hoy nuestra pareja de enamorados está recorriendo caminos diferentes pero no lejanos, porque seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres comprometidos como lo hemos hecho hasta ahora”, escribieron. La pareja, que se casó en 2016, tiene dos hijos: Martín y Lucas, de siete y cuatro años. “Es una decisión muy meditada y la tomamos de común acuerdo”, explicado ambos en una carta acompañada de una foto de la pareja en blanco y negro. “Nuestra prioridad es compartir, por amor y dedicación, el bienestar y educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un ambiente estable y saludable”, escribieron ambos, quienes además exigen que se respete su privacidad. . esta época de cambio “.
Los rumores de su desintegración han aumentado incesantemente durante las últimas semanas y se han ido intercalando con diversos apoyos públicos, como cuando Sara Carbonero salió del hospital el 12 de febrero donde ingresó por un nuevo problema de salud con Iker Casillas. Esta declaración conjunta confirma definitivamente el final de su relación y el final de una historia de amor vivida en toda España. En el recuerdo está el beso que el entonces portero de la selección española le dio al periodista de Mediaset tras la victoria en el Mundial de Sudáfrica. A partir de ese momento, su relación hizo fluir ríos de tinta por todo el mundo. Ambos encarnaban una pareja perfecta: joven, atractiva y exitosa.
Tras el final de la carrera deportiva de Casillas en Madrid, la pareja se instaló en Oporto, lo que les permitió vivir con más intimidad. El periodista y exfutbolista regresó el pasado verano a Madrid tras cinco años en el Oporto, equipo por el que compitió Casillas en 2015. El último fue especialmente complicado para la pareja que tenía graves problemas de salud.
A Iker Casilllas nunca le ha gustado hablar de su vida personal en público. Lo mismo pasa con Sara Carbonero. Aunque su relación llegó a la mitad del mundo hace años a raíz del beso que se dieron frente a las cámaras después de que España ganara el Mundial de Sudáfrica, la pareja manejó sus asuntos de forma privada. Un ejemplo: tu boda tuvo lugar en la oficina del notario y con la única presencia de los testigos necesarios. Esto ha sido desde mayo de 2018 cuando el portero y el periodista hicieron la extraña concesión a su intimidad. Fue entonces cuando tuvo un infarto durante el entrenamiento con Porto y días después fue operada de un tumor maligno en un ovario. En esos tiempos convulsos, ambos compartieron sus sentimientos en sus redes sociales donde reúnen muchos seguidores. Ahora lo han vuelto a hacer para decirles que seguirán su propio camino. Fuentes cercanas a la pareja aseguran que la causa de la separación fue un debilitamiento de la convivencia. Juntos pasaron por muchos momentos difíciles y dejaron su huella en ellos. Intentaron durante mucho tiempo mejorar las cosas, pero no fue posible.
Iker Casillas está luchando por encontrar un nuevo ritmo de vida tras dejar el fútbol activo, y Sara Carbonero ha pasado por una enfermedad y un trato muy duro en el que no siempre se siente apoyada. En un momento de relajación, Casillas le confiesa a un paparazzi que le dice que puede que no haya estado con su esposa por tanto tiempo. Un comunicado que se interpretó como síntoma de una crisis, pero que según fuentes de la pareja en realidad pretendía contar que el portero se preguntaba si había hecho todo lo que tenía que hacer por ella. Fue la primera señal pública de que algo andaba mal.
Casillas y Carbonero rara vez se han visto en público estos meses. Ambos son una población en riesgo debido a sus dolencias en medio de la pandemia del covid-19. La pareja vive después de su regreso de Oporto en la casa que la pareja posee en La Finca. Esta propiedad les ha dado la privacidad que buscan. Casillas también posee otras propiedades en Madrid, ya que el deportista ha invertido en inmuebles. En uno de ellos se instalará.