
Agentes de la Policía Nacional en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado intervinieron el pasado mes de febrero en una nave industrial en Monda (Málaga), que está considerada como la primera embarcación antinarcóticos semisumarina fabricada en España. “Tiene nueve metros de largo, tres de ancho y tres de profundidad y tiene capacidad para transportar hasta dos toneladas de droga”, según fuentes policiales. El hallazgo se produjo en el marco de una extensa investigación por parte de un organismo internacional dedicado al tráfico de estupefacientes, cuyo líder -un español con antecedentes previos- fue detenido en Barcelona cuando intentaba huir del país. Junto con él, fueron arrestadas otras 51 personas, 30 de las cuales ya estaban en la cárcel.
En la provincia de Barcelona, agentes localizaron un sofisticado laboratorio clandestino preparado para la extracción y procesamiento de cocaína, además de 12.000 litros de precursores, con una capacidad de producción de 750 kilogramos de droga, ‘este viernes.
Ante la intervención en la costa gallega en noviembre de 2019 del primer submarino narcótico detectado en Europa de casi 20 metros de eslora y 3.000 kilos, se trata en este caso de una embarcación mucho más pequeña que presuntamente está adaptada para poder sumergirse mientras transporta droga . Fuentes de la operación, sin embargo, señalan que ‘estaba incompleta y no se arrojó al agua ni se probó’.
La clave de esta intervención es el salto cualitativo en las estrategias de los narcotraficantes, pues si bien la bomba semisumergible gallega se construyó en la selva colombiana en un astillero de la zona de Leticia, en este caso se construiría en España. “Parte de las placas y piezas metálicas utilizadas para cubrir el planeador provienen de Bélgica”, explicaron las fuentes de la investigación.
El macrooperativo, denominado Ferro y coordinado por la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), permitió, según fuentes policiales, el desmantelamiento de un organismo internacional dedicado a la fabricación, falsificación y distribución de estupefacientes.
La investigación comenzó el año pasado cuando los investigadores se enteraron de la existencia de una organización criminal internacional presuntamente involucrada en la importación y comercialización de grandes cantidades de estupefacientes (cocaína, hachís y marihuana). Y a medida que avanzaba la investigación, confirmaron que “está integrada por ciudadanos de distintas nacionalidades, siendo las principales españolas, colombianas y dominicanas”, dijo la Policía.
Los agentes también confirmaron que la organización delictiva tenía su base en la costa española. “Disponían de la infraestructura y la logística necesarias para transportar grandes cantidades de estupefacientes (barcos, naves industriales, camiones, etc.), lo que ubica concretamente los principales centros de investigación y los centros de procesamiento en Cataluña”, explicaron fuentes policiales.
Sustrato de coco
La fórmula que los traficantes de drogas usaban para enviar la droga era mezclarla con sustrato de coco. “Entre abril y diciembre de 2020 se produjeron sucesivas incautaciones de cocaína oculta en mercadería legal en Colombia -específicamente en sustrato de coco, torta de palmiste y yeso agrícola- cuyo destino final fue España, por parte de Reino Unido y Bélgica”, explicaron. en la carta policial. En todos los casos, gracias a la cooperación entre la Policía Nacional de España y la Policía Nacional de Colombia, se intervinieron contenedores de una empresa que transportaba envases cuya mercancía estaba contaminada con cocaína. El total del miedo arrojó un total de 2 900 kilos de estupefacientes ”, dicen.
La investigación se llevó a cabo en cuatro fases. El primero se llevó a cabo en noviembre de 2020 cuando los agentes localizaron las viviendas de los principales miembros de la organización en la ciudad de Tarragona.
Al mismo tiempo, realizaron un operativo policial simultáneo que concluyó con otros seis allanamientos domiciliarios en diferentes puntos de Tarragona y con 13 detenciones, incluida la del investigador jefe. Los investigadores tienen una Cocina (laboratorio de procesamiento de cocaína) en una casa donde incautaron 15 kilos de clorhidrato de cocaína dispuestos en bloques y listos para distribución al por mayor, así como 60 kilos de cocaína junto con diversas sustancias químicas (precursores), y se les ha intervenido efectivo de 13.000 euros .
La segunda fase tuvo lugar el pasado mes de febrero cuando los agentes avistaron otra sucursal de la organización en la Costa del Sol, dijeron las mismas fuentes. “Señalaron que su principal actividad consistía en el tráfico de drogas por el Estrecho de Gibraltar e interceptaron un cargamento de hachís con destino a Francia e Italia contra el peaje de Salou (Tarragona)”, puntualizan. El resultado fue la incautación de 583 kilogramos de hachís, la intervención de 12.000 euros en efectivo y la detención de otras cuatro personas. Es precisamente en las cinco búsquedas posteriores que encontraron en un barco en Málaga el semisubmarino equipado para el comercio de grandes cantidades de droga.
Los agentes realizaron un total de 47 registros ―Tarragona, Barcelona, Gerona, Málaga, Castellón, Valencia, Murcia, Cádiz, Granada y Badajoz― donde más de 400 kilos de cocaína, 700 kilos de hachís, más de 100.000 euros en metálico así como una embarcación de fibra de vidrio de 15 metros de eslora por valor de 300 000 euros ”, reza la nota policial.
Más de 300 agentes participaron en los mecanismos policiales y contaron con la cooperación de las autoridades colombianas, holandesas, portuguesas, la NCA británica, la CBP estadounidense y Europol en el marco de la denominada operación Taurona II. La investigación fue coordinada en las funciones de dirección y tutela por la Fiscalía y el Juzgado de Educación de Tarragona 3.