
/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/FO4OEJVVCVDTTNWSMTXUO7EZWE.jpg)
La Guardia Civil de Torrevieja (Alicante) desmanteló una organización criminal dedicada al narcotráfico en un operativo que acabó con diez detenidos. Uno de ellos, el principal dirigente, utilizó su condición de trabajador de la concesión municipal de limpieza de calles para distribuir cocaína a sus clientes. Su negocio creció tanto que se vio obligado a reclutar al resto de pandilleros, incluida la madre de 80 años de uno de los detenidos, que pedía 100 euros mensuales para fabricar los paquetes de droga. Todos comparecieron ante el juez y dos de ellos ingresaron a la cárcel: el líder (36) y uno de sus cómplices (31), mientras que los otros ocho fueron liberados por cargos.
El operativo comenzó en mayo del año pasado, poco después del inicio de la desescalada a la detención por la alarma sanitaria. Los agentes del instituto armado recibieron un soplo a través de la cooperación con los ciudadanos. Un barrendero municipal utilizó su ciclo diario, en el que limpiaba las calles solo, a veces con escoba y otras con maquinaria especializada, para distribuir estupefacientes, principalmente cocaína, entre sus clientes. Protegido por su trabajo y su ropa, visitaba personalmente a los consumidores sin despertar sospechas. La guardia civil instituyó un operativo de seguimiento y vigilancia del sospechoso.
El negocio ha superado las capacidades de una sola persona, asegura una fuente de la Guardia Civil. El barrendero gana 600 euros diarios con su actividad delictiva y monta una estructura que funciona como un ‘verdadero pequeño negocio’, tal y como definen las fuentes consultadas. Reclutó a empacadores, distribuidores y personal de seguridad mediante la elaboración de un horario estricto que comenzaba a las ocho de la mañana y terminaba a las once de la noche. El salario era de 600 euros al mes. El barrendero a su vez distribuía la droga los domingos, tanto en su vehículo de lujo como en uno de su entonces sentimental pareja.
Los empleados del líder de la pandilla estaban dentro y fuera del negocio, determinó la investigación. Cuando las cuentas no estaban en equilibrio, el director dio a entender que debían dar ‘golpes crueles’ con los que imponía su ley y su jerarquía. Algunos de los distribuidores siguieron las órdenes. Otros prefieren distanciarse de la organización. Uno de ellos lo intentó de una tercera forma. Mientras aún estaba bajo el liderazgo del líder, estableció su propio negocio de hachís y marihuana, con una “cartera de sus propios clientes”, dijeron las fuentes. Para liberarse de parte del trabajo y cambiar entre los dos trabajos, convenció a su madre de 80 años de fabricar los paquetes de cocaína vendidos a través de la red principal en su propia casa. La mujer, que también fue detenida, cobraba cien euros mensuales por su trabajo.
El operativo terminó en octubre del año pasado, cuando se realizaron las detenciones, aunque ha permanecido en secreto hasta ahora. Con toda la información recabada, los agentes de la orden de Torrevieja, en colaboración con la unidad de Seguridad Ciudadana y la unidad de perros del Comando de Alicante, registraron tres casas, entre ellas el líder, que estaba rodeado de fuertes medidas de seguridad, lo de su pareja y la de uno de los comerciantes.
Durante la inspección de la primera casa se intervinieron 211 gramos de cocaína en roca, materiales para el intercambio de dosis, balanza de precisión, botones de marihuana, sustancias dopantes, varias dosis de Viagra y un inhibidor de frecuencia. Además, la organización criminal tenía varias armas, como un bate de béisbol, un arco de caza o un rifle de aire comprimido. Los agentes también encontraron nueve cartuchos de nueve milímetros. parabellum, aunque no localizaron el arma con la que podrían disparar. El inventario también incluye la presencia de dos vehículos, una motocicleta y más de 3.000 euros.
En otro de los allanamientos, en el domicilio de uno de los distribuidores de las sustancias aparecieron 66 gramos de cocaína, preparada en dosis de medio gramo y un gramo, 900 euros, dos vehículos y una motocicleta utilizada para la distribución de cocaína. Finalmente, en el tercer edificio, el de la expareja del líder de la trama, también se encontraron pequeñas dosis de hachís y herramientas para cortar la droga, una balanza de precisión y varios teléfonos.
En total, diez personas, cinco hombres y cinco mujeres, todos españoles, de entre 25 y 80 años, fueron detenidas por un delito contra la salud pública y otro delito por pertenecer a una organización criminal. El líder de la organización también está imputado por un delito de blanqueo de capitales, dicen las mismas fuentes. Tras comparecer en el Juzgado de Instrucción de Torrevieja, dos ingresaron en la prisión provisional y el resto quedaron en libertad acusados.