El Gobierno decidió revocar su decisión de no recurrir la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña, que confirmó la titularidad pública del Pazo de Meirás el 12 de febrero, pero dictaminó que la familia Franco debería ser indemnizada económicamente. El Ejecutivo anunció este martes que finalmente apelará la sentencia ante la Corte Suprema, que rechaza “de mala fe” que los herederos del dictador sean dueños de la finca y reconoce el derecho a recibir una compensación por los gastos de manutención mientras fueran propietarios. En febrero, el Ministerio de Justicia descartó que el colegio de abogados interpusiera recurso de casación.
En un comunicado, el ejecutivo dijo este martes que la medida sería adoptada luego de que el Colegio de Abogados “realizara un estudio detallado de los fundamentos de la sentencia”, alegando “errores de interpretación o enmiendas a los reclamos” de la demanda imputada. presentó para reclamar la propiedad del pazo. El Gobierno indica que la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña confirma “erróneamente” que la Administración General del Estado reconoció la buena fe de los herederos de Franco cuando ocuparon el inmueble. “La eventual corrección de estos errores y la necesaria interpretación de la Corte Suprema permitirá sentar las bases para la posterior liquidación de la posesión del Estado con claridad y precisión”, se lee en el comunicado.
La corrección del gobierno llega tras las críticas recibidas por grupos de memoria histórica y partidos de izquierda como el BNG. La Asociación para la Restauración de la Memoria Histórica (ARMH) describió la decisión de abandonar ‘funciones’ por parte de la dirección y un manifiesto titulado Pagar lo robado: una sentencia inaceptable para un estado democrático recibió el apoyo de 3.000 firmas, entre figuras culturales, sindicalistas, artistas e historiadores.
La decisión inicialmente anunciada por el Colegio de Abogados de no apelar contradice la posición de otras administraciones reguladas por el PSOE, que sí anunciaron sus recursos. Es el caso del Ayuntamiento de A Coruña y de la Diputación Foral. El presidente de esta última institución, Valentín González Formoso, también líder del PSOE provincial, se distanció del gobierno diciendo: ‘No podemos aceptar, ni siquiera arriba, que debamos compensar a los Frankie por una actitud que no es para la sociedad. no responsable. ‘
El alcalde de Sada, municipio donde se ubica la casa de veraneo del ex dictador, participó en las críticas del gobierno por la primera intención de no apelar, porque él, además de un enorme favor económico para los francos, también es un favor legal ”. . Benito Portela, de la Formación Sadamaioría, anunció desde el primer momento que apelaría la sentencia ante el Tribunal Supremo y, al igual que la Diputación, señaló el mismo aspecto que ahora está utilizando el Gobierno para presentar su recurso: el reconocimiento por el juicio en A Coruña que no hubo ‘mala fe’ por parte de los francos.